
El caso fue iniciado por el exmarine Julio César Urien , quien estuvo preso durante la última dictadura cívico-militar.
El 30 de octubre de 2019, a través de la pantalla del canal A24 , Feinmann aseguró que Urien era 'odiado en la Armada Argentina, porque como ex guardiamarina el tipo mató a sangre fría a un cabo, cuando era un guardia de la ESMA. Quería beber.' y le disparó en la cabeza '.
El episodio en cuestión alude a un hecho ocurrido el 16 de noviembre de 1972, cuando, en vísperas del regreso de Juan Domingo Perón a la Argentina, luego de 17 años de exilio, un grupo de suboficiales, entre ellos Urien, tomó la Escuela de Mecánica.
Hubo resistencia y durante el incidente fue asesinado el cabo Leonardo Contreras. Los rebeldes fueron arrestados, incluido Urien, y fueron liberados con la amnistía de mayo de 1973. En el momento de la muerte de Contreras, Urien ya había sido reducido.
'Quiero recordar que, a pesar de haber sido preso y luego dado de baja, Néstor (Kirchner) lo ascendió, cosa muy rara, muy rara, lo ascendió dos grados, a teniente de fragata, y le pagó todos los sueldos caídos de 30 años, ', agregó Feinmann.' Es muy impresionante, ¿no? Bueno, este tipo es uno de los asesores del actual presidente electo en temas de seguridad y de las Fuerzas Armadas ', agregó, refiriéndose a Alberto Fernández .
Ante estas declaraciones, Urien llevó al conductor ante la justicia. El juez De la Fuente determinó que 'se afirmó un hecho falso, de extrema gravedad, que afecta la honra del denunciante, que evidentemente sobrepasa todos los límites que rigen el ejercicio del derecho a la información, la libertad de prensa y el rol del periodista'. .
El magistrado remarcó que 'por la trayectoria, formación y calidad de abogado de Feinmann, es evidente que no se ha comportado de acuerdo con los requisitos del ordenamiento jurídico (...) lo que pone de manifiesto una mayor conciencia del delito'.
Posteriormente, el juez advirtió que 'no hay razón para pensar que Feinmann hubiera hecho estas declaraciones creyendo que lo que dijo era cierto'.
Durante el proceso, Feinmann afirmó que no quería insultar a Urien 'sino simplemente denunciar hechos, amparado por su derecho constitucional a la libertad de expresión y trabajo'.
Sin embargo, la sentencia precisó que la libertad de prensa no estaba en debate 'sino exclusivamente la atribución falsa de la comisión de un homicidio' al denunciante.
'No se limitó a emitir opiniones críticas o juicios de valor, que pueden resultar ofensivos para terceros o para el propio destinatario, sino afirmar un hecho objetivo que no se ajusta a la realidad', sostiene la sentencia.
De la Fuente citó el Código de Ética del Foro Argentino de Periodismo (Fopea), según el cual 'los periodistas deben evitar la difusión, propagación o multiplicación de información falsa, errónea o tergiversada, negándose a dar entidad a versiones que no hayan sido confirmadas por fuentes fiables '.
Ahora, además del cumplimiento de la sentencia, queda por ver si Urien demandará a Feinmann por daños y perjuicios.