Con un libro que indaga en los orígenes de las conductas violentas ejercidas por los hombres hacia las mujeres, el antropólogo Matías de Stéfano Barbero propone en "Masculinidades (Im) posibles" una mirada que cuestiona a la sociedad sobre los códigos de construcción social del ser masculino, en un entorno que impone rituales violentos en la composición de las relaciones y deja a hombres y mujeres en condiciones de gran vulnerabilidad.
Miembro de la Asociación Pablo Besson, donde trabajan en talleres con hombres que ejercieron violencia, el autor expone en la obra, editada por Galerna, el trabajo realizado en aquellas áreas donde, en muchos casos, lograron revertir esas conductas violentas. que vienen a menudo al femicidio.
Miembro del Instituto de Masculinidades y Cambio Social, De Stéfano Barbero, quien ha colaborado como investigador y consultor de los ministerios argentinos de Mujer, Seguridad y Salud, conversó con Télam sobre los orígenes de la investigación alimentada por interrogantes que poblaban las calles de la Conferencia. de Ni uno menos.
Télam: ¿Cómo surgió la inquietud por investigar la violencia de los hombres hacia las mujeres?
Matías de Stéfano Barbero: Comencé a trabajar en la relación entre violencia y género a partir de una investigación sobre la violencia escolar, donde notamos que la mayoría de los que sufrieron y provocaron violencia en la escuela eran niños y adolescentes, y que la violencia pasó por el formas de "convertirse en un hombre en el aula". Hice este trabajo justo en el momento en que, en 2015, se convocó la primera concentración de Ni Una minus. En la Plaza del Congreso vi a una niña sosteniendo un cartel en el que se preguntaba: "¿Cómo se hace un feminicidio?". Muchas veces tenemos la tendencia a abordar los temas de desigualdad y violencia enfocando nuestra atención casi exclusivamente en aquellos. quienes la padecen y mucho menos sobre quienes hacen sufrir la violencia, lo que deja pendiente el desafío de comprender a los sujetos que la ejercen y trabajan.para prevenir las causas subyacentes.
T: En el libro das cuenta de los talleres donde se aborda el trabajo con hombres violentos. ¿A raíz de qué surgieron los talleres y qué balance hace de los resultados obtenidos hasta el momento?
MSB: Hice el trabajo de campo de investigación como miembro de la Asociación Pablo Besson, donde llevaban años trabajando con mujeres en situación de violencia, hasta que, en esos grupos, el equipo interdisciplinario conoció el caso de dos asistentes mujeres que habían sufrió situaciones de violencia ejercida por el mismo hombre. En ese momento, en 2009, se dieron cuenta de que era necesario empezar a trabajar con hombres, para evitar que la violencia se siguiera reproduciendo. La experiencia del equipo de la Asociación coincide con los otros espacios a nivel nacional y en la Provincia de Buenos Aires, donde en la mayoría de los casos los hombres que participan reducen significativamente o dejan de ejercer la violencia contra sus parejas de manera paulatina. Lo cierto es que se trata de un proceso de trabajo profundo y extenso, para el que se necesitan más espacio y recursos,porque hoy las listas de espera son demasiado largas, lo que dificulta que los equipos respondan a la urgencia y precisión que exige este tipo de abordajes.
T: De acuerdo con los testimonios que aparecen en el libro y con base en la investigación, se concluye que los hombres violentos "se construyen" en ambientes familiares y sociales violentos que luego reproducen en sus relaciones: lazos violentos de poder y respeto Cómo debe funcionar ¿Qué hacer para deconstruir estos modelos, que en muchos casos terminan en feminicidios?
MSB: Si la violencia está presente a lo largo de la vida de quienes la ejercen y es posible establecer relaciones (no causales) entre las formas de sufrir y provocar la violencia, creo que una de las posibles formas de prevenirla es Ser, por ejemplo, que la Ley de Educación Sexual Integral, que incluye estos temas, además de ser efectivamente implementada en todos y cada uno de los espacios educativos del país, también incluye las diferentes formas de construcción de la masculinidad y su relación con la violencia y la violencia. . La vulnerabilidad masculina como parte de las relaciones de género, no para caer en la victimización o relativizar su responsabilidad, sino como un aspecto central para prevenir el ejercicio de la violencia.
Por otro lado, como se refleja en el análisis del libro, si las relaciones de poder y violencia contra las mujeres están íntimamente ligadas a las relaciones de poder y vulnerabilidad entre los hombres, podríamos considerar la necesidad de transversalizar las políticas públicas en la lucha contra la violencia. . violencia, incluida la intersección entre la violencia contra los niños, la violencia entre pares, la violencia homofóbica, la violencia contra las mujeres y las vinculadas al clasismo o al racismo.
T: En algunos de los testimonios, como el de Damián, hay ejemplos donde la mujer también tiene un comportamiento violento a través de los celos, la manipulación, la agresión en el marco de una relación de pareja. ¿Qué reflexión puedes hacer sobre este tema?
MSB: Creo que a partir de las situaciones de violencia que se dan entre ellos podemos pensar en los significados del amor, el (des) control y los celos que se dan en las parejas jóvenes contemporáneas. hablar más con alguien, pedir las claves de acceso a los dispositivos y redes o, directamente, exigir que no se utilicen más determinadas aplicaciones, se puede considerar como una "prueba de amor", prueba que puede ser aceptada o rechazada por la pareja Estas estrategias pueden ser implementadas por uno o ambos miembros de la pareja, y lo cierto es que no parecen ajustarse a las definiciones que las considerarían como formas de mera sumisión al control de la pareja, sino estrategias encaminadas a reequilibrar las relaciones de dependencia. y reconocimiento de la pareja, que previamente fueron desestabilizados por situaciones de celos o infidelidades reales o temidas.
T: ¿Es la formación intelectual de un hombre un factor que reduce las posibilidades de que se generen lazos violentos? ¿Las clases altas esconden más hechos violentos?
MSB: En la primera parte del libro, donde repaso las diferentes explicaciones científicas sobre la violencia de género, menciono algunas investigaciones que consideran que la falta de recursos educativos, sociales y económicos entre las clases populares generaría mayor frustración, lo que la haría más probablemente la aparición de un comportamiento violento. Este tipo de análisis se fundamenta en algunos problemas teóricos y metodológicos que dificultan el establecimiento de perfiles y tipologías entre hombres que han ejercido violencia contra la mujer en su pareja. Cuando se establecen perfiles a partir de hombres denunciados, se ignoran cuestiones como el hecho de que las clases populares denunciarían más que las clases altas, que estarían más inclinadas a ocultar el problema. En la misma línea, podemos preguntarnos hasta qué punto,tanto las fuerzas de seguridad como las instituciones tenderían a denunciar los crímenes de las clases populares con mayor frecuencia que los de las clases altas, con el objetivo de disciplinar a las primeras. En la segunda parte del libro, donde analizo las historias de vida de los hombres quienes ejercieron violencia contra sus parejas, se muestra que las relaciones de clase (también atravesadas por la violencia) tienen mucho que decirnos sobre las relaciones de género, pero su conexión es mucho más compleja que una relación lineal del tipo "factor de riesgo". Analizo las historias de vida de hombres que utilizaron la violencia contra su pareja, se demuestra que las relaciones de clase (también atravesadas por la violencia) tienen mucho que contarnos sobre las relaciones de género, pero su conexión es mucho más compleja que una relación lineal "factor de riesgo " escribe.donde analizo las historias de vida de hombres que utilizaron la violencia contra su pareja, se muestra que las relaciones de clase (también atravesadas por la violencia) tienen mucho que decirnos sobre las relaciones de género, pero su conexión es mucho más compleja que una relación lineal de la tipo de "factor de riesgo".
T: ¿Por qué, si se habla, se denuncia y se implementan políticas para prevenir los feminicidios, cada vez son más las mujeres asesinadas a manos de sus parejas?
MSB: Creo que la violencia de género es un problema social que responde a diferentes causas, muchas de ellas arraigadas estructuralmente en nuestras comunidades, en este particular momento de la historia donde nuestros sentidos sobre lo que es "ser hombre" están cambiando, pero también nuestras formas de construir y sostener lazos y relaciones, el libro pretende ofrecer un pequeño aporte para seguir intentando develar cuál es la relación entre masculinidad y violencia a lo largo de la vida, confiando en que uno de los caminos La clave del cambio social es conocer y analizar las relaciones sociales. problemas en profundidad con el fin de desarrollar mejores estrategias de prevención.