La Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES) ha anunciado una modificación en el calendario de pagos para jubilados y pensionados durante el mes de noviembre.
Esta decisión, tomada en respuesta a las complejidades del panorama económico actual, implica un ajuste temporal en la entrega de haberes, generando incertidumbre y preocupación entre los beneficiarios.
Según fuentes oficiales, la nueva fecha de cobro para aquellos cuyo haber no supera el mínimo será el viernes 8 de noviembre, con una interrupción por el feriado del lunes 18 de noviembre en conmemoración al Día de la Soberanía Nacional.
El pago se reanudará el martes 19. Para quienes perciben un haber superior al mínimo, los pagos comenzarán el lunes 25 de noviembre.
Esta modificación se produce en el contexto de un incremento del índice inflacionario que afecta a las finanzas personales de numerosos hogares argentinos.
La ANSES busca mitigar este impacto con una actualización del sistema de movilidad jubilatoria, implementando aumentos mensuales basados en la última medición de inflación publicada por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).
La realidad económica actual exige que adaptemos las estrategias para asegurar un mínimo de bienestar a nuestros jubilados y pensionados, declaró un portavoz del organismo previsional.
El gobierno también ha anunciado un bono adicional de 70.000 pesos, destinado a garantizar una línea mínima de ingresos para todos los beneficiarios del sistema.
Este bono, junto al incremento salarial acorde a la inflación, busca aliviar la presión económica que enfrentan nuestros jubilados, afirmó el ministro de Desarrollo Social.
Algunos expertos señalan que estas medidas no alcanzan para compensar plenamente la pérdida de poder adquisitivo.
Si bien es positivo que se tomen medidas para proteger a los jubilados, es fundamental abordar las causas estructurales del problema inflacionario, explicó un economista especializado en seguridad social.
La incertidumbre sobre el futuro económico genera una profunda preocupación entre los jubilados, quienes ven con impotencia cómo sus ahorros y pensión pierden valor cada día.
El impacto emocional de esta situación se refleja en la inquietud generalizada que se observa en las filas de ANSES y en las redes sociales.