La referente social del Valle Calchaquí, Mónica Jiménez, denunció un genocidio silencioso en la provincia de Salta debido a la falta de acceso a medicamentos y tratamientos para pacientes que padecen enfermedades poco frecuentes (EPOF).
En el marco de la Semana de las Enfermedades Poco Frecuentes, Jiménez, quien convive desde hace años con Miastenia Gravis, una enfermedad neuromuscular, señaló que desde diciembre el Estado no ha provisto la medicación correspondiente, situación que afecta a numerosos pacientes.
Las personas con Miastenia Gravis tienen una medicación de base que muchas veces va cambiando con el tiempo.
Se trata del Mestinón, cuyo nombre comercial es Remers, y hay un solo laboratorio que lo produce, explicó Jiménez.
Aunque existe un programa nacional para el tratamiento de esta enfermedad, la falta de acceso a los medicamentos compromete profundamente la calidad de vida de los pacientes.
También hay inmunosupresores y otras drogas mucho más caras, tratamientos complejos que están tecleando, advirtió Jiménez, quien enfatizó: El tema es un genocidio silencioso, porque las personas que no pueden recibir estos tratamientos, ya sea porque el Estado no los envía o porque las obras sociales no los cubren al 80, quedan a la deriva.
Jiménez recalcó con preocupación que esta situación no solo afecta a los pacientes con Miastenia Gravis, sino también a quienes padecen otras EPOF y personas con discapacidad en general.
Si el Estado no garantiza el acceso a la medicación y el tratamiento, corremos el riesgo de morirnos o de tener complicaciones graves, expresó.
La referente social denunció además la falta de cobertura en la provincia de Salta y las dificultades con el Instituto Provincial de Salud (IPS).
Según Jiménez, el IPS no está pagando y está dejando de dar algunas atenciones.De hecho, el Colegio de Kinesiólogos emitió un comunicado alertando sobre esta situación.
La problemática en salud es crítica en Salta, donde la falta de pago por parte del Estado afecta directamente la salud de toda la población.
No se puede sostener en el tiempo la falta de pago, porque eso repercute directamente en la salud de todas las personas, concluyó Jiménez.
En Argentina, hay más de 10 mil enfermedades poco frecuentes descritas y cerca del 85% afecta a menos de una persona por millón.
De todos modos, en total hay alrededor de 3.6 millones de argentinos con al menos una patología de este tipo.
Esta comunidad de pacientes amplia, heterogénea y que todavía enfrenta desafíos como la falta de acceso a información o la escasa disponibilidad de especialistas formados para su sospecha, diagnóstico y manejo.
De hecho, el 70% debe esperar más de un año para obtener un diagnóstico certero desde que realiza la primera consulta médica, aunque el promedio es de 5 años.
La situación actual, marcada por recortes presupuestarios, aumenta la preocupación sobre la accesibilidad al tratamiento y medicación por parte del sector público.