El Partido Justicialista (PJ) argentino se encuentra inmerso en una profunda crisis interna tras la decisión del Consejo Nacional de intervenir las estructuras partidarias de Salta y Misiones, un hecho que ha generado fuertes reacciones y cuestionamientos por parte de los líderes locales.
La medida, anunciada el lunes pasado luego de un cónclave convocado por la presidenta del partido, Cristina Fernández de Kirchner, se justifica en la postura de algunos legisladores provinciales que, según el discurso oficial, resultaron funcionales al armado legislativo del presidente Javier Milei.
Los referentes salteños y misioneros, encabezados por Esteban Amat Lacroix, presidente del PJ salteño, rechazan categóricamente la intervención, argumentando que se trata de una arbitrariedad que vulnera la autonomía de las provincias.
Esta decisión atenta contra la democracia interna del partido y nos aleja de la esencia peronista: la justicia social, la participación y la organización desde el territorio, declaró Amat Lacroix en un comunicado donde también anunció la presentación de recursos legales para revertir la medida.
La postura es compartida por otros sectores del peronismo, como los Federales, quienes cuestionan que se imponga una intervención desde la conducción nacional cuando las provincias ya han manifestado su voluntad sobre la conducción local.
El peronismo ha sido históricamente un espacio de debate, de participación y de respeto a las bases, afirmó el gobernador riojano Ricardo Quintela, quien considera que estas acciones debilitan la estructura del partido y abren las puertas a prácticas antidemocráticas.
En Misiones, la intervención también divide al PJ. Mientras algunos sectores celebran la medida como una victoria tras un largo proceso de lucha interna, otros la califican de golpe institucional que atenta contra los principios democráticos.
La situación en ambos distritos genera incertidumbre sobre el futuro del partido y su capacidad para cohesionarse ante las próximas elecciones.
El escenario actual refleja tensiones profundas dentro del peronismo, con divisiones internas que ponen en peligro la unidad del espacio político.