En un giro inesperado que ha generado controversia internacional, Estados Unidos votó en contra de una resolución impulsada por Ucrania para exigir la retirada inmediata de las tropas rusas del país.
La votación en la Asamblea General de Naciones Unidas, donde cada Estado miembro tiene voz, ocurrió coincidiendo con el tercer aniversario del inicio de la invasión rusa.
La resolución ucraniana, que obtuvo 93 votos a favor y 18 en contra, incluyendo los de Rusia y Estados Unidos, pedía una retirada completa e incondicional de las fuerzas militares rusas.
EEUU se abstuvo en la votación de su propia propuesta, aunque esta también logró el apoyo de 93 países, mientras que 8 votaron en contra, entre ellos Rusia.
La decisión estadounidense ha sido criticada por algunos analistas, quienes señalan que envía una señal preocupante de debilitamiento del compromiso occidental con la soberanía y la integridad territorial de Ucrania.
La resolución ucraniana se presentó en un contexto marcado por el retorno de Donald Trump a la Casa Blanca, quien ha promovido el deshielo diplomático con Moscú a costa de distanciarse políticamente de Kiev.
La postura estadounidense, que contrasta con la condena generalizada a la invasión rusa por parte de la comunidad internacional, ha generado especulaciones sobre una posible reconfiguración del orden global y sus implicaciones para la seguridad regional.
Las enmiendas introducidas por países europeos, encabezadas por Francia, fueron cruciales para determinar el resultado de la votación.
Estas propuestas defendían la soberanía, independencia, unidad e integridad territorial de Ucrania dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas.
Se modificó la referencia a una paz duradera entre Ucrania y Rusia por una paz justa, duradera y completa, alineada con los principios de igualdad soberana e integridad territorial establecidos en la Carta de Naciones Unidas.
Por su parte, un intento de Rusia para incluir en la resolución estadounidense una llamada a resolver las causas subyacentes del conflicto fue rechazado por amplia mayoría.
Esta estrategia, que usualmente se utiliza por el Kremlin para justificar la invasión militar, encontró poca adhesión entre los miembros de la Asamblea General.
El voto estadounidense ha generado un debate intenso sobre las prioridades estratégicas de Estados Unidos en el escenario internacional actual.
