El fantasma del alza en el boleto de Salta: La inflación y los costos operativos amenazan con afectar al transporte público.
La incertidumbre sobre el precio del pasaje en Salta se intensifica a medida que la inflación erosiona las finanzas de SAETA, la empresa encargada del transporte público.
Si bien Claudio Mohr, presidente de SAETA, no ha anunciado una fecha ni un monto preciso para el próximo aumento, admite que la situación económica actual hace inevitable una alza.
Mohr explicó a El Tribuno que la tarifa actual, establecida en julio de 2024, ya no refleja los costos operativos actuales.
Los incrementos salariales y los precios del combustible, que superan el 10%, nos han golpeado fuertemente, declaró el ejecutivo, quien comparó la situación salteña con la de otras provincias como Tucumán, Jujuy y Catamarca, las cuales ya implementaron ajustes en sus tarifas.
La pérdida de subsidios nacionales ha agravado aún más la problemática financiera de SAETA. Mohr señala que si Buenos Aires estornuda, nos resfriamos el resto del país, haciendo referencia a cómo los aumentos en la capital influyen en la economía regional y las políticas de transporte público.
El sistema de transporte de Salta es fundamental para más de 144.000 estudiantes de todos los niveles educativos, así como para jubilados y personas con discapacidad, totalizando un universo de 190.000 usuarios.
Para garantizar un acceso justo al servicio, SAETA está trabajando con la UNSa (Universidad Nacional de Salta) para implementar un sistema que otorgue el pase libre únicamente a estudiantes universitarios con un rendimiento académico adecuado.
Los alumnos deben tener al menos dos materias aprobadas para acceder a este beneficio, explicó Mohr.
El proceso de validación ya se encuentra en marcha, con más de 4.000 correos electrónicos recibidos hasta la fecha.
La incertidumbre sobre el aumento del boleto genera preocupación en la ciudadanía, especialmente entre quienes dependen del transporte público como medio de vida o acceso a servicios esenciales.
La situación financiera de SAETA y los factores económicos que la afectan plantean un desafío para las autoridades provinciales, quienes deberán buscar soluciones para mitigar el impacto del alza en los usuarios y garantizar la sostenibilidad del sistema de transporte público.