Reacciones globales al controvertido plan de Trump para Gaza

El plan presentado por el presidente estadounidense, Donald Trump, para tomar control de la Franja de Gaza, reconstruirla como una nueva Riviera del Oriente Medio y reubicar a los palestinos en otros países ha generado una oleada de rechazo internacional.

La propuesta, anunciada durante una rueda de prensa conjunta con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha sido calificada como racista e ilegal por líderes palestinos y grupos internacionales.

Hamás, que controla la Franja, denunció la iniciativa como un crimen contra la humanidad, mientras que el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, afirmó que se trata de una violación de los derechos del pueblo palestino.

El plan ha sido criticado por numerosas naciones y organismos internacionales, entre ellos España, Francia, Reino Unido, Australia, Arabia Saudí, Turquía, Egipto, China e Indonesia.

Francia recalcó que cualquier desplazamiento forzoso de la población palestina sería una grave violación del derecho internacional y un obstáculo para la solución de dos Estados.

El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, recordó que toda deportación o transferencia forzada de personas sin base legal está estrictamente prohibida según el derecho internacional, defendiendo la autodeterminación del pueblo palestino como un principio fundamental.

Brasil se ha unido a la crítica, con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva calificando el plan de Trump como incomprensible y cuestionando el destino de los palestinos en caso de su implementación.

Indonesia también se posicionó en contra del desplazamiento forzoso de palestinos y reafirmó su apoyo a la solución de dos Estados.

A pesar de las críticas, el gobierno estadounidense mantiene su postura.Marco Rubio, el secretario de Estado estadounidense, escribió en X que Estados Unidos está listo para liderar la reconstrucción de Gaza y promover una paz duradera en la región.

La propuesta de Trump ha exacerbado las tensiones en la zona y ha generado profundas dudas sobre el futuro del proceso de paz entre israelíes y palestinos.

Las consecuencias a largo plazo de esta iniciativa siguen siendo inciertos, pero es evidente que ha profundizado la división internacional y el conflicto regional.