La tranquilidad política que se esperaba tras la transición de mando en La Candelaria ha sido interrumpida por un intenso enfrentamiento público entre el ex intendente Julio Romano y su sucesor, Ceferino Chepi Díaz.
El conflicto se originó con las acusaciones de Díaz sobre un supuesto intento de atentado contra su persona y su familia durante el traspaso de gobierno.
El actual intendente afirmó haber encontrado agua en la dirección del vehículo municipal que utilizaba Romano antes de dejar el cargo, lo que él interpreta como un acto de sabotaje por parte del círculo cercano al ex jefe comunal.
Díaz señaló ante periodistas locales este incidente ocurrido en enero, asegurando que se trató de un intento de atentado contra su vida y la de su familia.
Romano salió a desmentir con contundencia las acusaciones a través de un extenso video publicado en redes sociales.
El ex intendente argumentó que la camioneta en cuestión fue utilizada por Díaz y su equipo durante más de un mes sin presentar problemas previos.
Romano sostiene que el actual intendente busca responsabilizarlo para ocultar la falta de resultados en su gestión, afirmando que solo inauguraron una obra ya tramitada meses antes de mi salida.
La tensión entre ambos políticos se ha intensificado con acusaciones cruzadas sobre la administración pública.
Díaz acusa a Romano del robo de elementos municipales, incluyendo materiales pertenecientes a la radio comunitaria, lo que llevó al cierre temporal de la emisora estatal durante el inicio de su gestión.
Romano niega categóricamente estas acusaciones y asegura haber realizado un inventario exhaustivo de los bienes antes de dejar el cargo, con la aprobación del entonces concejal Díaz.
El ex jefe comunal calificó las denuncias de Díaz como circos mediáticos para desviar la atención de su falta de gestión.
A pesar de las fuertes declaraciones, no existe denuncia penal por ninguno de los hechos mencionados.
La situación actual genera incertidumbre en la comunidad local y pone en jaque la estabilidad política del municipio.
El futuro de la relación entre Romano y Díaz, así como el impacto que estas acusaciones tendrán en la gestión municipal, siguen siendo interrogantes para los habitantes de La Candelaria.