El féretro del expresidente Jimmy Carter llegó solemnemente al Capitolio estadounidense, donde se instaló una capilla ardiente que permanecerá abierta hasta la mañana del jueves.

Este acto marca el inicio de un emotivo homenaje nacional al mandatario que gobernó Estados Unidos entre 1977 y 1981, quien falleció a los 100 años el pasado 29 de diciembre.

La llegada del féretro a Washington D.C., tras ser llevado en procesión desde la capilla ardiente instalada en el Centro Presidencial Carter en Atlanta, fue un momento cargado de simbolismo.

A su arribo al edificio del Congreso, una banda militar interpretó los himnos nacionales mientras las tropas le rindieron homenaje con una salva de 21 cañonazos, un gesto solemne que reflejaba la profunda consideración que el país sentía por su 39º presidente.

En la rotonda del Capitolio, la vicepresidenta Kamala Harris calificó a Carter como un ejemplo demasiado raro de hombre dotado que además camina con humildad, modestia y gracia, resaltando sus virtudes humanas y su legado político.

La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, también ofreció palabras de reconocimiento al expresidente, enfatizando su compromiso con la paz mundial y la justicia social.

El presidente del Senado, John Thune, destacó el impacto duradero de Carter tras dejar la presidencia, especialmente en áreas como los derechos humanos y el desarrollo internacional.

El líder demócrata señaló que el legado de Jimmy Carter continuará inspirando a generaciones futuras.

Miles de estadounidenses se espera que acudan a la capilla ardiente instalada en el Capitolio para despedirse del expresidente y honrar su memoria.

La larga fila de personas dispuestas a esperar horas para rendirle tributo al exmandatario demuestra la profunda huella que ha dejado en la nación.