El Gobierno Nacional avanza en su plan de simplificar el complejo sistema tributario argentino, reduciendo los actuales 170 impuestos a una estructura más concisa.

Si bien esta iniciativa genera expectativas positivas, expertos advierten sobre el delicado equilibrio fiscal que se debe mantener para evitar consecuencias negativas.

Juan Pablo López López, expresidente del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Salta, reconoce las metas ambiciosas del Gobierno: Se habla de una inflación del 18% y un crecimiento del PBI cercano al 5%, pero en la práctica es más probable que la inflación se sitúe entre el 20% y el 30%, y el crecimiento económico sea algo menor.

López López destaca que sectores como la energía, la minería y la agroindustria lideran la actividad económica, mientras que el comercio y la industria muestran un desempeño debilitado.

El comercio se contrajo un 17% en diciembre respecto al año pasado, y las ventas de productos navideños cayeron a la mitad, explica López López, evidenciando una brecha entre la macroeconomía positiva y la microeconomía vulnerable.

Si bien las políticas monetarias como las microdevaluaciones han logrado estabilizar la inflación, el costo para la población ha sido alto.

El sacrificio fue enorme, reconoce el economista, quien agrega que aún falta que estos logros lleguen a la economía doméstica a través de un mayor poder adquisitivo y la generación de empleo de calidad.

La tasa de desempleo también representa una preocupación: 130.000 personas fueron despedidas y ahora trabajan de forma precaria como monotributistas en plataformas digitales.

Es fundamental que el sector privado comience a absorber a estos trabajadores con empleos dignos y de calidad, sostiene López López.

En cuanto a la simplificación tributaria, López López reconoce su potencial para mejorar la eficiencia y justicia del sistema.

La reducción de impuestos a unos 10 o 12 principales, como el IVA, Ganancias y Bienes Personales, junto con la posibilidad de un super IVA que sustituya otros tributos, podría generar mayor autonomía a las provincias al eliminar impuestos distorsivos como Ingresos Brutos y Sellos.

López López advierte sobre los riesgos: Mantener el equilibrio fiscal será un desafío si no se compensa adecuadamente la reducción de ingresos tributarios.

La clave estará en lograr una simplificación que beneficie tanto al contribuyente como a las finanzas públicas.