La avenida Hipólito Yrigoyen, al 800, se convierte en un escaparate mágico donde la esperanza y el trabajo se entrelazan.

El Servicio Penitenciario de Salta abrió las puertas a sus talleres de laborterapia para ofrecer una alternativa única para los regalos de Reyes Magos: productos elaborados con manos que buscan una segunda oportunidad.

Desde castillos para muñecas hasta juegos de herramientas, pasando por camionetas y jengas, la variedad es amplia y los precios se ajustan a diferentes presupuestos.

La calidad del trabajo realizado por los internos es destacable, según Lucas Guara, encargado de recibir prensa.

Estos productos, mucho más baratos que los existentes en los comercios, son elaborados por personas privadas de su libertad junto con talleristas del Servicio Penitenciario, explica Guara.

La iniciativa no solo ofrece una oportunidad de reinsertarse socialmente a los internos, sino que también busca generar un impacto positivo en sus familias y en la comunidad.

Todo lo que se recauda está destinado a un fondo común que es de inversión para comprar materiales y herramientas para seguir trabajando en otros talleres, detalla Guara.

Cada espacio de capacitación alberga entre 10 y 20 personas privadas de libertad junto con 5 talleristas del Servicio Penitenciario, creando un ambiente de colaboración y aprendizaje.

El panorama comercial presenta desafíos, como la caída en las ventas de juguetes durante el último año.

La Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ) informa que si bien hubo una recuperación notable en Navidad gracias a las promociones, no se logró superar el nivel de ventas del año anterior.

Los tickets promedio fueron bajos, y los productos más económicos fueron los que registraron mayor demanda.

A pesar de estas dificultades, la CAIJ destaca la importancia de los Reyes Magos como motor para el sector juguetero.

La esperanza es que esta tradición navideña impulse las ventas y brinde una inyección de optimismo al mercado.