¿Justicia Vial o Discriminación?Cadetes y Fruteros chocan en una batalla por el espacio público.
La Avenida San Martín, un eje vital del centro salteño, se ha convertido en escenario de un conflicto entre cadetes y fruteros ambulantes, que pone de manifiesto las complejidades de la gestión del espacio público y la aplicación equitativa de la ley.
Operativos recientes realizados por la Policía Vial y Tránsito han focalizado la atención en la numerosa cantidad de motocicletas mal estacionadas, muchas pertenecientes a trabajadores de cadetería.
Los cadetes afectados exigen un enfoque más justo, denunciando que los controles se dirigen principalmente hacia ellos mientras ignoran la presencia constante de carros fruteros que igualmente ocupan ilegalmente las vías y aceras.
Según un relevamiento realizado por un medio local, más de 10 carros ambulantes dedicados a la venta de frutas, verduras y otros productos se instalan a lo largo de la Avenida San Martín, especialmente entre las calles Alberdi e Ituzaingó.
Estos vehículos no solo ocupan espacios destinados al tránsito vehicular y peatonal, sino que también bloquean paradas de taxis e impiden el flujo fluido del tráfico.
El origen de este conflicto se remonta al incendio que destruyó el mercado San Miguel, evento que obligó a muchos trabajadores informales a trasladar sus actividades a la vía pública.
Esta situación ha generado un aumento visible en la presencia de carros fruteros, quienes argumentan que necesitan este espacio para poder ejercer su oficio.
Nos multan a nosotros, que paramos unos minutos para trabajar, pero no hacen nada con los carreros que están todo el día ocupando las esquinas y paradas, declara Javier, un cadete que se vio afectado por las sanciones aplicadas a sus colegas por estacionar brevemente sus motocicletas.
Su testimonio refleja la frustración generalizada entre los cadetes, quienes perciben una clara falta de equilibrio en la aplicación de las normas.
Javier relata haber recibido amenazas luego de denunciar la situación en redes sociales.Algunos trabajadores ambulantes me intimidaron para que eliminara mi publicación, afirma.
Esta experiencia alimenta el temor por la seguridad y la percepción de injusticia en los controles del espacio público.
La situación actual plantea un desafío complejo para las autoridades municipales, quienes deberán buscar soluciones que garanticen el orden y la seguridad vial, sin dejar de lado las necesidades de los trabajadores informales.
El diálogo y la búsqueda de alternativas justas y efectivas son fundamentales para construir una convivencia pacífica y equitativa en el centro salteño.