Detención y liberación de maria corina machado desatan controversia política en venezuela
La líder opositora venezolana María Corina Machado fue detenida brevemente el miércoles durante una protesta en Caracas, lo que generó una ola de críticas a las autoridades del país.
Machado, quien aspiraba a la presidencia en las elecciones controvertidas del 28 de julio, denunció un acto de represión por parte del régimen de Nicolás Maduro y aseguró que fue víctima de un secuestro.
Mi corazón está con el venezolano que fue herido de bala cuando las fuerzas represivas del régimen me detuvieron, escribió Machado en su cuenta de X, la plataforma anteriormente conocida como Twitter.
Según el equipo de campaña del candidato opositor Edmundo González Urrutia, Machado fue retenida tras ser interceptada y derribada de la motocicleta en la que viajaba.
La denuncia señala que durante su cautiverio forzó a grabar varios videos antes de ser liberada.
El Comando con Vzla, plataforma opositora mayoritaria, condenó el hecho y lo calificó como un acto de violencia por parte del gobierno.
Se la llevaron retenida por la fuerza.Durante el periodo de su secuestro fue forzada a grabar varios vídeos y luego fue liberada, afirmó en su comunicado.
La detención de Machado se produce apenas días antes de que Nicolás Maduro asuma un nuevo mandato presidencial, una decisión cuestionada por la oposición venezolana que argumenta que las elecciones fueron fraudulentas.
Arropado por las autoridades electorales, controladas por el chavismo, Maduro se prepara para asumir el 10 de enero un nuevo mandato, señala un informe reciente publicado por la organización no gubernamental Human Rights Watch.
La entidad denuncia una preocupante escalada de represión contra los opositores en Venezuela.
El caso de Machado ha generado conmoción internacional y ha sido ampliamente condenado por organizaciones defensoras de los derechos humanos.
La detención arbitraria de María Corina Machado es un ejemplo más del deterioro acelerado de la democracia en Venezuela, afirmó José Miguel Vivanco, director para las Américas de Amnistía Internacional.