Descenso Demográfico en China: ¿Una Amenaza Existencial?

La Oficina Nacional de Estadística (ONE) de China ha publicado datos alarmantes que confirman un tercer año consecutivo de disminución poblacional en el gigante asiático.

En 2024, el país perdió 1,39 millones de habitantes, lo que representa una caída del 0,09% respecto al año anterior.

A pesar de ser un descenso más moderado que el registrado en 2023 (0,14%), la tendencia sigue siendo preocupante para las autoridades chinas.

Esta reducción poblacional marca la primera vez desde 1961 que China experimenta una disminución continua.

La última vez que ocurrió fue como consecuencia de la hambruna derivada de la fallida política de industrialización del Gran Salto Adelante, lo que refleja la magnitud del problema actual para el país.

A pesar de las políticas implementadas para fomentar la natalidad, como permitir a los ciudadanos tener un tercer hijo desde 2021, el número de nacimientos sigue siendo bajo.

En 2024 se registraron 9,54 millones de nacimientos, una leve mejora respecto al mínimo histórico de 9,02 millones en 2023.

Aunque el año del dragón suele ser propicio para procrear en China, las tasas de natalidad siguen siendo insuficientes para contrarrestar la tendencia demográfica negativa, afirma Li Jian, economista especializado en asuntos demográficos.

La caída poblacional tiene profundas implicaciones para el futuro de China.La economía, que se basa en gran medida en el consumo interno, podría verse afectada por una fuerza laboral cada vez más pequeña.

Se espera que la dependencia de los pensionistas aumente, lo que pondría presión sobre el sistema de bienestar social.

Xi Jinping, presidente de China, ha calificado la crisis demográfica como un asunto vital para el país y ha pedido esfuerzos para combatirla.

El gobierno chino está explorando diversas medidas para revertir la tendencia, como ofrecer incentivos fiscales para las familias con hijos, mejorar la atención a los niños y proporcionar más apoyo a las mujeres trabajadoras.

El futuro de China depende en gran medida de su capacidad para abordar este desafío demográfico complejo.

La implementación eficaz de políticas que fomenten la natalidad y respalden a las familias será crucial para asegurar un futuro próspero para el gigante asiático.