Venezuela se encuentra inmersa en una profunda crisis política que ha intensificado el acoso contra la oposición.

El partido Vente Venezuela (VV), liderado por María Corina Machado, denunció la detención de seis activistas políticos, cinco de ellos provenientes del estado Trujillo y uno del estado Bolívar.

Según Orlando Moreno, coordinador nacional del Comité de Derechos Humanos de VV, los arrestos se suman a otros casos registrados recientemente, elevando el número total de dirigentes opositores y activistas detenidos a 160 desde las elecciones presidenciales del pasado mes de julio.

La ola de represión coincide con la inminente toma de posesión presidencial, programada para esta semana.

El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó su preocupación por la escalada de violencia y pidió el cese de la represión en los días venideros.

Este contexto se ve agravado por una serie de incidentes que evidencian la creciente tensión política:

Sobrevuelo de drones: María Corina Machado denunció este martes el sobrevuelo de drones por parte de agentes del régimen venezolano en la vivienda de su madre, Corina Parisca, en Caracas.

Secuestro: El opositor Edmundo González Urrutia, quien reivindica la victoria en las elecciones presidenciales, alertó sobre el secuestro de su yerno, Rafael Tudares, cuando se dirigía a llevar a sus hijos a la escuela.

La situación en Venezuela genera profunda preocupación en la comunidad internacional y llama la atención sobre la necesidad de una solución pacífica al conflicto político que afecta al país.

Los arrestos arbitrarios, la intimidación y el uso de la fuerza contra los opositores representan un retroceso en la democracia y plantean serias dudas sobre la voluntad del gobierno venezolano de garantizar los derechos fundamentales de sus ciudadanos.