El Tribunal Oral Federal N2 de Salta dictó sentencia contra cuatro individuos involucrados en el transporte de una importante cantidad de cocaína ocultada en un vehículo perteneciente al Cuartel de Bomberos Voluntarios de Aguas Blancas.

La investigación, encabezada por la fiscal María del Carmen Núñez, reveló una compleja trama que involucraba a miembros del cuerpo de bomberos y personas ligadas a la organización criminal responsable del tráfico de estupefacientes.

El tribunal condenó a Julio Armando Araníbal y Andrés Florentín Salto, integrantes del cuartel de bomberos, a siete y ocho años de prisión respectivamente, por ser coautores del delito de transporte de estupefacientes agravado por el número de intervinientes.

Nahuen Galarza, hijo del jefe del destacamento, fue condenado a cuatro años y seis meses como coautor, beneficiándose del instituto de reducción de pena por su colaboración con la justicia.

Federico Gastón Reyes, consistente como participante secundario, recibió una condena de tres años en suspenso, quedando en libertad bajo ciertas medidas restrictivas.

El caso se remonta al 15 de marzo, cuando una patrulla de Gendarmería Nacional interceptó la camioneta Volkswagen Amarok del cuartel de bomberos mientras transitaba por la Ruta 50.

Al realizar un control rutinario, los gendarmes descubrieron doce cajas medianas con apariencia de encomiendas en la parte trasera del vehículo.

Tras abrir las cajas, se hallaron 314 kilos de cocaína con una pureza del 88%.La droga tenía capacidad para producir más de 2 millones de dosis.

La investigación reveló que la droga provenía de Bolivia y había sido almacenada en la vivienda de Araníbal.

Posteriormente, se utilizó el vehículo del cuartel de bomberos para trasladar la carga hasta un punto de encuentro donde esperaban los demás miembros de la banda.

Según la fiscal Núñez, Fredi Galarza, jefe del cuartel, fue quien eligió a Reyes como acompañante y autorizó el uso del móvil para el transporte de la droga.

El abogado defensor de Galarza argumentó que su cliente desempeñó un papel secundario en el caso, mientras que los abogados de los demás acusados cuestionaron la solidez de las pruebas y negaron la participación de sus clientes en el delito.

No obstante, el tribunal coincidió con la acusación de la fiscalía y condenó a los cuatro hombres por su participación en este complejo operativo de narcotráfico.

El caso ha generado una profunda indignación pública y ha puesto en evidencia la gravedad del problema de la corrupción y el tráfico de drogas en la región.

La condena de estos individuos es un importante paso en la lucha contra el crimen organizado, pero también sirve como un recordatorio de la necesidad de fortalecer las instituciones y promover la transparencia para combatir estas actividades delictivas.