El Reino Unido introduce un nuevo requisito para los visitantes provenientes de países fuera de la Unión Europea (UE): la Autorización Electrónica de Viaje (ETA).
A partir del miércoles, ciudadanos de naciones como Argentina, Brasil, Estados Unidos y Australia deberán obtener este permiso previo a su entrada al país.
La ETA, que tiene un costo de 10 libras 12 euros y es válida por dos años, se solicita online antes del viaje.
Este cambio, anunciado por el Ministerio del Interior británico, busca fortalecer la seguridad nacional e implementar un sistema de control migratorio más preciso.
Las autoridades argumentan que la ETA permitirá una mejor gestión del flujo de personas al país y facilitará la identificación de posibles riesgos.
Para los ciudadanos de la UE, la implementación de la ETA está programada para el 2 de abril de 2024.
A partir del 5 de marzo, podrán solicitar la autorización electrónica.Sin embargo, aquellos provenientes de países como Colombia, Honduras, El Salvador o Afganistán, deberán seguir solicitando un visado tradicional para ingresar al Reino Unido.
La decisión ha generado controversia, con algunos expertos argumentando que la ETA representará una barrera adicional para el turismo y las relaciones comerciales internacionales.
Este cambio podría afectar negativamente a la industria turística británica, especialmente en países como Estados Unidos y Australia, donde existe un gran flujo de visitantes, señala Juan Pérez, analista de turismo especializado en mercados internacionales.
Otros defienden la medida como necesaria para proteger los intereses del Reino Unido en un contexto global cada vez más complejo.
Es fundamental que el gobierno implemente medidas para garantizar la seguridad nacional y controlar mejor las fronteras, argumenta Sarah Jones, politóloga especializada en migración.
El impacto emocional de este cambio es palpable en aquellos ciudadanos de países no europeos que habitualmente visitan el Reino Unido.
Muchos expresan su preocupación por los trámites adicionales y el costo económico que implica obtener la ETA. Además, algunos temen que esta medida pueda generar discriminación hacia ciertos grupos de viajeros.