Un joven vence la adversidad y crea su propio negocio

Santi Chávez, un joven emprendedor de 27 años proveniente de Tucumán, ha demostrado una resiliencia admirable al enfrentar los desafíos que le presenta su hidrocefalia.

Nacido prematuramente con esta enfermedad que afecta el desarrollo físico y cognitivo, Santi ha tenido que lidiar con múltiples cirugías y cambios de válvula a lo largo de su vida.

A pesar de las dificultades, Santi no se rindió ante la adversidad.Completó sus estudios y cursó formaciones en áreas como chef, automotor y computación.

La búsqueda de empleo le deparó un constante rechazo.Para las personas con discapacidad es muy difícil conseguir trabajo, señala Santi.

Estamos hablando que solo un 4% de personas con discapacidad consiguen trabajo estable.
Esta realidad lo llevó a emprender su propio camino en Salta, donde se instaló junto a sus cinco hermanos.

Con el apoyo de sus padres y sus ahorros, Santi creó un microemprendimiento en su domicilio, ofreciendo productos como papel higiénico, cigarrillos, pasta dental y otros artículos para el hogar.

Su iniciativa, ubicada en la calle Mendoza 2341, se ha convertido en un símbolo de perseverancia e inspiración para la comunidad.

Hago un llamado a los empresarios que apliquen políticas de inclusión y contraten personas con discapacidad, expresa Santi con convicción.

Somos igual de capaces que gente sin ningún tipo de dificultad.
El sueño de Santi es ampliar su negocio, tener un local propio en su casa y ofrecer más oportunidades a la comunidad.

Para alcanzar este objetivo, busca el apoyo de las almas solidarias a través de compras en su emprendimiento, transferencias bancarias o donaciones de recursos para su local.

El caso de Santi Chávez nos recuerda que la discapacidad no es un impedimento para alcanzar los sueños y construir un futuro mejor.