La reciente decisión del gobierno nacional de eliminar el impuesto a los autos de lujo ha generado expectación en el sector automotriz argentino.
Si bien la medida es bienvenida por muchos debido a su potencial para generar mayor transparencia en los precios, los expertos señalan que su impacto será limitado al mercado de vehículos de alta gama.
Alejandro Rodríguez, gerente del grupo Cenoa y responsable de la concesionaria Autolux en la rotonda Limache, expresó a El Tribuno: Eliminar impuestos siempre es una medida positiva, ya que elimina distorsiones en los precios y permite mayor transparencia en el mercado.
Rodríguez destacó que la principal ventaja reside en la posibilidad de ofrecer precios más competitivos a los consumidores, al eliminar la carga adicional del impuesto, que en muchos casos incrementaba considerablemente el costo final de los vehículos.
Se estima que solo representa el 9% de las ventas totales del mercado automotriz argentino.
Por lo tanto, no se anticipa una caída significativa en los precios generales del sector. El impacto más visible será en modelos considerados de lujo, con una disminución potencial de entre 9 y 12 millones de pesos, dependiendo de la marca y el modelo.
Es importante destacar que la mayoría de las ventas se concentran en vehículos de segmentos más accesibles, como las pickups livianas, que no están afectadas por este impuesto, aclara Rodríguez.
Por lo tanto, los precios de estos modelos continuarán su tendencia al alza, aunque a un ritmo menos pronunciado.
La eliminación del impuesto también tendrá consecuencias para los autos topeados, aquellos que se comercializaban por debajo de su valor real debido a que sus precios rozaban el límite del impuesto al lujo.
Con la medida, estos vehículos podrán flotar libremente en el mercado sin restricciones, lo que podría generar una ligera suba en sus precios, ajustándose a los costos de producción de las fábricas.
Si bien la eliminación del impuesto al lujo es una noticia positiva para el sector automotriz, su impacto será principalmente en un segmento específico del mercado.
La mayor transparencia en los precios y la posibilidad de ofrecer vehículos más competitivos serán beneficios notables, pero no se espera una revolución en el sector general.