¡Alambrado en la Frontera! Un Dispositivo Controvertido Para Regular Migraciones

La construcción de un alambrado de 200 metros entre la terminal de ómnibus de Aguas Blancas y el puesto de Migraciones ha generado controversia, con acusaciones de que se trata de una copia del Muro de Trump.

Adrián Zigarán, interventor de Aguas Blancas, defiende la medida como una estrategia para optimizar los recursos humanos y establecer un orden en el cruce fronterizo.

No entiendo por qué algunos sectores lo llaman el muro de Donald Trump.Esto es un alambrado de 200 metros, ni más ni menos, afirma Zigarán.

Según él, el objetivo principal es evitar el tránsito irregular que ha generado un mercado informal donde personas pagan hasta 500 pesos para cruzar de forma clandestina.

El alambrado formará parte de una estructura en forma de L que conectará la terminal con el sector de Migraciones, bloqueando las rutas utilizadas para los cruces ilegales y liberando a los gendarmes asignados a estas tareas.

Cuando vos ponés control, la gente se empieza a adaptar, explica Zigarán, quien enfatiza que el objetivo es regular el flujo de personas que cumplen con los requisitos legales.

Críticas desde Bolivia

El gobierno boliviano ha criticado la medida y exige explicaciones. Zigarán reconoce que se espera una mayor colaboración de Bolivia en cuanto al personal destinado a los puestos conjuntos de Migraciones, ya que la falta de efectivos genera un cuello de botella.

Virginia Cornejo, directora Nacional de Vigilancia y Control de Fronteras del Ministerio de Seguridad, remarca que se trabaja para devolver seguridad no solo a Aguas Blancas sino al país entero: Hablamos de mejorar una situación que se tiene en este lugar, de dos cuadras, a lo largo de 200 metros.

Existía una obra que era una especie de muro de contención para cuando creciera el río Bermejo, que ha sido mal utilizada por quienes circulaban en la comercialización de productos entre Bermejo y Aguas Blancas.

Impacto Emocional

La polémica genera un debate sobre la efectividad de este tipo de medidas para controlar el flujo migratorio.

Algunos argumentan que es una estrategia necesaria para proteger la seguridad nacional, mientras que otros critican su potencial impacto en los derechos humanos y la integración regional.

El futuro de esta iniciativa dependerá de la respuesta del gobierno boliviano y del desarrollo de políticas más integrales que aborden las causas subyacentes al fenómeno migratorio.