Justicia para las víctimas: Condena a cadena perpetua con mínimo de 52 años para asesino de tres niñas en Inglaterra

Un tribunal de Liverpool ha condenado a Axel Rudakubana, un joven de 18 años, a una sentencia de prisión de por vida con un mínimo de 52 años tras ser declarado culpable del asesinato a cuchilladas de tres niñas: Bebe King (6 años), Elsie Dot Stancombe (7 años) y Alice da Silva Aguiar (9 años).

El crimen, ocurrido durante una clase de baile con temática de Taylor Swift en Southport, ha conmocionado al país y generado un debate sobre la seguridad de los menores y las deficiencias del sistema de prevención antiterrorista.

El juez, en su lectura de la sentencia, señaló que Rudakubana había demostrado una intención fija y determinada de llevar a cabo el ataque, destacando que si hubiera podido, habría asesinado a todos los niños presentes, un total de 26, así como a cualquier adulto que se interpusiera en su camino.

A pesar de no haber pruebas concluyentes para clasificar el ataque como terrorismo, el magistrado reconoció acciones equivalentes al hallazgo de un manual de entrenamiento de Al Qaeda y la producción de ricina, una toxina biológica, por parte del joven.

Rudakubana se había declarado culpable de 16 cargos, incluyendo el asesinato de las tres niñas y los intentos de asesinar a otros ocho menores y dos adultos durante la clase de baile.

El juez Goose enfatizó que si Rudakubana hubiera sido mayor de edad en el momento del crimen, habría sido condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.

La Fiscalía ha anunciado su intención de estudiar la posibilidad de presentar un recurso ante el Tribunal de Apelación si considera que la sentencia ha sido demasiado indulgente.

El caso ha generado indignación pública y ha puesto en evidencia las fallas del sistema británico de prevención antiterrorista, tras revelarse que Rudakubana había sido derivado al programa juvenil de prevención de la delincuencia en tres ocasiones desde los 14 años sin que se tomaran medidas efectivas para evitar el trágico desenlace.

El primer ministro británico, Keir Starmer, ha expresado su consternación por lo sucedido y ha pedido un cambio fundamental en la protección de los menores.

Lo que sucedió en Southport fue una atrocidad, declaró Starmer, añadiendo que debido a ese crimen tan desgarrador, debemos brindarles el cambio que merecen esas niñas inocentes y todos aquellos afectados.