La incertidumbre se cierne sobre miles de adultos mayores a raíz del anuncio del Gobierno de Javier Milei que pone fin a la moratoria previsional vigente hasta marzo de 2025.
Este beneficio permitía a personas sin los 30 años de aportes necesarios acceder a una jubilación mínima, comprando los periodos faltantes hasta el año 2008.
Su eliminación deja en vilo a quienes no cumplan con el requisito, privándolos del ingreso vital que les garantiza la seguridad social.
Esta medida tendrá un impacto significativo en aquellos adultos mayores que confiaron en la posibilidad de acceder a una jubilación digna, afirma María López, abogada especializada en derecho laboral.
La moratoria era fundamental para proteger a quienes no pudieron completar los años de aportes por diversas circunstancias.
Desde el gobierno se argumenta que la derogación busca promover un sistema previsional más justo y sostenible, pero la realidad es que miles de personas enfrentarán una situación económica precaria.
Sin la jubilación, muchos se verán obligados a recurrir a otras formas de apoyo, como la Prestación Universal al Adulto Mayor (PUAM), explica el economista Ricardo Rodríguez.
La PUAM, aunque brinda ayuda, no alcanza para cubrir las necesidades básicas de una persona mayor.
El impacto emocional de esta situación es innegable.
Para muchos, la jubilación representa un periodo de descanso y tranquilidad después de años de trabajo duro.
La incertidumbre sobre su futuro económico genera angustia y miedo al desconocimiento.
La eliminación de la moratoria previsional abre un debate crucial sobre la responsabilidad del Estado en garantizar una vida digna a sus ciudadanos mayores.
Se espera que las próximas semanas traigan soluciones para mitigar el impacto negativo que esta medida tendrá en miles de personas.