El Ártico: ¿Nuevo escenario geopolítico bajo el mandato de Trump?

La reciente victoria electoral de Donald Trump ha renovado la atención sobre el Ártico y, en concreto, sobre Groenlandia.

El nuevo presidente estadounidense ha reiterado su interés en adquirir el territorio, calificándolo como una cuestión crucial para la seguridad nacional de Estados Unidos.

Esta postura no es nueva; Trump ya planteó la compra de la isla en 2018.La insistencia del mandatario norteamericano en este tema ha generado controversia internacional y tensiones con Dinamarca, soberanía de Groenlandia.

Para Estados Unidos, el control de Groenlandia es vital para mantener nuestra posición estratégica en el Ártico, afirmó Trump en una reciente entrevista, sin descartar la posibilidad de utilizar presiones económicas o incluso acciones militares para lograr su objetivo.

Estas declaraciones fueron respaldadas por Pete Hesgeth, nominado a secretario de Defensa por Trump, quien durante su presentación ante el Senado también manifestó la importancia estratégica de Groenlandia para Estados Unidos.

La ambición estadounidense por el Ártico se fundamenta en varios factores claves:

1.El valor estratégico: El Océano Glacial Ártico y Groenlandia representan un punto neurálgico geopolítico, situándose en la confluencia de tres océanos y las costas de tres continentes.

La posesión de Groenlandia permitiría a Estados Unidos reforzar su sistema de defensa antimisiles y controlar rutas marítimas estratégicas.

La base aérea estadounidense existente en Pituffik en Groenlandia sería un activo clave para esta estrategia.

2.Nuevas rutas comerciales: El deshielo del Ártico, impulsado por el cambio climático, abre la posibilidad de nuevas rutas comerciales a través del Paso del Noroeste y el Mar de Beaufort.

El control de Groenlandia permitiría a Estados Unidos dominar estas vías marítimas, conectando el Atlántico, el Ártico y el Pacífico bajo soberanía estadounidense.

3.Los recursos naturales: Bajo el hielo ártico se encuentran vastas reservas de petróleo, gas natural, uranio y minerales como el oro, el cobre, el níquel o el cobalto.

Groenlandia también alberga una potencialmente enorme reserva de tierras raras, materiales esenciales para la tecnología moderna.

El control de estos recursos sería crucial para mantener la competitividad económica de Estados Unidos en un contexto geopolítico cada vez más complejo, especialmente frente a potencias como Rusia y China.

La determinación de Trump de posicionar a Estados Unidos como un actor dominante en el Ártico ha generado una nueva era de tensiones y rivalidades.