El líder opositor venezolano, Edmundo González Urrutia, ha calificado al régimen de Nicolás Maduro como una amenaza regional durante su visita a Costa Rica.
En una conferencia de prensa posterior a una reunión con el presidente costarricense Rodrigo Chaves, González afirmó que la camarilla autocrática que gobierna Venezuela se encuentra en sus últimos días de poder y que un cambio democrático está a la vuelta de la esquina.
González, quien alega haber ganado las elecciones presidenciales de julio pasado, enfatizó la urgencia de una transición pacífica hacia la democracia.
Esta pesadilla pronto va a terminar, declaró González, proyectando un optimismo cauteloso sobre el futuro de Venezuela.
El líder opositor resaltó que más de ocho millones de venezolanos, una cuarta parte de la población, han huido del país en los últimos años debido a la crisis socioeconómica agravada por el régimen.
Este éxodo masivo, según González, representa un doloroso testimonio del impacto devastador del gobierno de Maduro.
A pesar de las condiciones adversas y las amenazas que enfrenta la oposición venezolana, González descartó cualquier opción violenta para derrocar al régimen.
Nuestra aspiración es una transición en paz y democracia, afirmó, a pesar de reconocer las dificultades existentes: Venezuela está tomada por carteles de la droga, por movimientos guerrilleros y gente de los más reacios antivalores.
El presidente Chaves reafirmó el reconocimiento de Costa Rica a González como legítimo ganador de las elecciones.
Condenando la situación económica que vive Venezuela, Chaves calificó al régimen de Maduro como una traición imperdonable a todo un pueblo.
Costa Rica ha sido una voz activa en la defensa de la democracia venezolana, reconociendo a Juan Guaidó como presidente interino en 2019 y suspendiendo sus relaciones diplomáticas con Venezuela en 2020.
El Congreso costarricense también ha emitido mociones reconociendo a González como presidente legítimo.
La situación política y económica de Venezuela continúa siendo una preocupación para la comunidad internacional, y el futuro del país sigue incierto.