La provincia de Buenos Aires respira aliviada tras la suspensión del paro que las cámaras empresariales del transporte público amenazaban con llevar a cabo este jueves.
La medida de fuerza, que buscaba presionar al gobierno provincial por el incumplimiento en el pago de subsidios, se evitó luego de que se iniciara el depósito de los 39 mil millones de pesos adeudados.
La Cámara Empresaria del Autotransporte de Pasajeros (CEAP), la Cámara del Transporte de la Provincia de Buenos Aires (CTPBA) y la Cámara de Empresarios Unidos del Transporte Urbano de Pasajeros de Buenos Aires (CEUTUPBA) habían advertido que, en caso de no recibir el pago pendiente, suspenderían el servicio de numerosos líneas de colectivos.
La falta de recursos para afrontar los costos operativos nos obligaba a tomar esta drástica medida, afirmaba un portavoz de la CEAP. No se trataba de un paro político, sino de una lucha por la supervivencia del sector ante el incumplimiento constante por parte del gobierno provincial.
El conflicto había generado incertidumbre y preocupación en miles de pasajeros que dependen del transporte público para desplazarse diariamente.
Un usuario de las líneas afectadas señaló: La posibilidad de no poder llegar al trabajo o a mis obligaciones me causaba mucha angustia.
Es una situación difícil, sobre todo teniendo en cuenta la inflación actual.
En diciembre pasado, un caso similar se registró cuando empresas de transporte público suspendieron el servicio por deudas salariales pendientes.
Los expertos advierten que la falta de inversión y financiamiento del sector del transporte público puede generar graves consecuencias a futuro, como la degradación del servicio y la pérdida de confiabilidad en las líneas de colectivos.
Se espera que el gobierno provincial tome medidas para garantizar el sostenimiento financiero del sistema de transporte público y evitar futuras crisis.