En una contundente victoria electoral, Zoran Milanovic, el actual presidente populista de Croacia, se ha asegurado un segundo mandato al obtener un amplio margen de votos sobre su rival, Dragan Primorac, candidato del partido conservador HDZ. Con un 75% de los votos frente al 25% de Primorac, Milanovic logra la victoria electoral más decisiva en la historia presidencial croata desde su independencia en 1991.
La reelección de Milanovic llega tras un primer mandato marcado por sus confrontaciones con el gobierno conservador liderado por Andrej Plenković y por sus declaraciones euroescépticas, nacionalistas y prorrusas.
A pesar de una campaña electoral que moderó estos posicionamientos, las tensiones entre el mandatario y el gobierno persisten.
No voy a presionar al Gobierno, pero tendremos que conversar, declaró Milanovic en su primera reacción tras conocer los resultados.
Plenković se ha negado a felicitar al presidente reelecto, llegando incluso a acusarlo de violar la Constitución por su intervención en las elecciones legislativas.
Este conflicto político entre el ejecutivo y el jefe del Estado amenaza con generar una mayor polarización en el panorama croata.
Milanovic, quien previamente ocupó el cargo de primer ministro entre 2011 y 2016, ha evolucionado desde posturas progresistas hacia un discurso nacionalista y euroescéptico, especialmente en relación a la invasión rusa de Ucrania.
Su campaña se centró en posicionarse como una alternativa al HDZ, acusado por diversos escándalos de corrupción.
Os lo agradezco, escribió Milanovic en su cuenta de Facebook tras conocer los primeros datos del escrutinio electoral, mostrando satisfacción por el respaldo recibido por parte del pueblo croata.
Su rival, Dragan Primorac, se limitó a enviar un breve mensaje de agradecimiento a sus seguidores a través de las redes sociales.
La presidencia de Croacia no es un cargo puramente ceremonial; su voz tiene peso en política exterior y defensa, actuando como comandante en jefe del Ejército.
La postura de Milanovic sobre la guerra en Ucrania ha generado controversias, ya que si bien condena la invasión rusa, también critica la intervención occidental a favor de Kiev.
El futuro político de Croacia se presenta incierto ante la re-elección de un presidente con una visión contraria al gobierno en ejercicio.
Los próximos años podrían verse marcados por el enfrentamiento entre Milanovic y Plenković, con posibles consecuencias para la estabilidad política y social del país.