El gabinete provincial de Salta experimenta un periodo de turbulencia, con la renuncia del ministro de Turismo, Mario Peña, y las expectativas de cambios adicionales en los próximos días.
La salida de Peña, quien argumentó su decisión por el deseo de regresar al sector privado, se produce tras una serie de críticas sobre la falta de políticas claras para impulsar el turismo provincial.
En Salta percibimos una ausencia de propuestas innovadoras y estrategias concretas para consolidar nuestro posicionamiento como destino turístico, declaró un empresario del sector a este diario, reflejando las preocupaciones de numerosos actores económicos.
La gestión de Peña fue calificada por algunos sectores como ineficaz, incapaz de generar dinamismo en el sector.
El puesto de Peña podría ser ocupado por Manuela Arancibia, actual directora del Instituto de Promoción Turística (Inprotur).
Su trayectoria profesional se centra principalmente en la acción social y los deportes, lo que genera dudas sobre su capacidad para liderar el complejo sector turístico.
La falta de experiencia específica en turismo es un punto que preocupa a algunos sectores políticos, quienes exigen una selección basada en la idoneidad y el conocimiento profundo del sector.
Es fundamental que quien asuma este cargo tenga una vasta trayectoria en el área turística y pueda aportar soluciones innovadoras para fortalecer la industria, manifestó un legislador provincial.
De Peña, se rumorea que el ministro de Seguridad, Marcelo Domínguez, y su secretario de Justicia, Luis María García Salado, también podrían abandonar sus cargos.
Se especula con el ingreso de un legislador del norte a la cartera de Seguridad, sin embargo, su conocimiento sobre el tema es desconocido para muchos.
La falta de transparencia en los procesos de selección y la elección de figuras sin experiencia previa generan incertidumbre e inquietud entre los sectores que esperan una gestión eficiente y transparente por parte del gobierno.