La reapertura de la icónica catedral de Notre Dame de París, después de años de reconstrucción tras el devastador incendio de 2019, se verá afectada por las condiciones climáticas.
A causa de fuertes vientos previstos para este sábado, la ceremonia, inicialmente planificada con actos tanto exteriores como interiores, se trasladará completamente al interior del templo.
La decisión conjunta entre la diócesis de París y la Presidencia de la República se tomó ante las previsiones meteorológicas que indican rachas de viento entre 65 y 80 kilómetros por hora.
Este cambio afecta a un evento que prometía ser un hito histórico, con la presencia de líderes mundiales como el presidente estadounidense Joe Biden, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski y el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier.
Inicialmente, el programa incluía una proyección sobre la reconstrucción, lecturas dramatizadas, música y un discurso del presidente Emmanuel Macron en el patio junto a la fachada de la catedral.
Se esperaba que este acto, con marcado carácter laico y republicano, marcara el orgullo nacional y la unidad del pueblo francés.
El arzobispo de París Laurent Ulrich iba a culminar la ceremonia al golpear la puerta principal de la catedral con una cruz, pronunciando un salmo antes de cruzar el umbral, simbolizando oficialmente la reapertura del lugar sagrado.
La organización aún no ha detallado cómo se desarrollará el programa dentro del templo, pero es evidente que este cambio afecta profundamente a la experiencia prevista para los invitados y para millones de personas que seguían con expectación la reapertura de esta joya arquitectónica.
El mal tiempo también había afectado previamente a un evento importante en París, la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos, que se vio empañada por la lluvia.
Este nuevo contratiempo añade una capa de incertidumbre y dramatismo al reinicio de Notre Dame para el público global.
