¿Por qué aún no hemos contactado con extraterrestres?

El universo es un lugar vasto e inabarcable, hogar de billones de galaxias cada una con estrellas similares al Sol y, potencialmente, planetas habitables.

A pesar de esta posibilidad, la pregunta que acecha a la humanidad durante décadas sigue sin respuesta: ¿dónde está todo el mundo?

Esta paradoja, conocida como la paradoja de Fermi, se formula a partir de las siguientes premisas: la Vía Láctea alberga miles de millones de estrellas con potencial para albergar vida, algunas mucho más antiguas que nuestro Sol; las distancias interestelares, aunque vastas, podrían ser recorridas por civilizaciones avanzadas en un tiempo relativamente corto; y si existe vida inteligente en otros planetas, debería haber dejado rastros detectables.

Si bien la posibilidad de que existan otras civilizaciones inteligentes es intrigante, su ausencia percibida ha llevado a diversas hipótesis.

Una de las más recientes propone que no nos hemos contactado porque todavía no somos lo suficientemente avanzados para ser detectados.

Amri Wandel, astrofísico de la Universidad Hebrea de Jerusalén, argumenta que civilizaciones avanzadas podrían estar buscando específicamente señales de inteligencia y que nuestra tecnología actual podría ser demasiado limitada para llamar su atención.

Las posibles civilizaciones extraterrestres no estarán interesadas en explorar un planeta más como la Tierra sin firma tecnológica que demuestre la existencia de inteligencia, explica Wandel a National Geographic.

Nuestra capacidad de emitir señales al espacio es relativamente reciente, iniciada hace apenas un siglo con la transmisión de radio.

Incluso las señales más potentes, como la enviada desde el radiotelescopio de Arecibo en 1974, solo han alcanzado una fracción del universo, limitando aún más nuestra posibilidad de contacto.

El tiempo necesario para contactar y recibir una respuesta de una civilización a miles de años luz podría alcanzar cifras astronómicas.

Tardaríamos entre 400 y 50.000 años en contactar, estima Wandel, dependiendo del número de posibles civilizaciones que existan.

A pesar de estos retos, la búsqueda de vida inteligente continúa.Programas como SETI (Search For Extraterrestrial Intelligence) analizan señales provenientes del espacio en busca de indicios de otra civilización.

Se exploran nuevas estrategias para optimizar la búsqueda, como enfocarla hacia planetas rocosos con potencial habitabilidad o aquellos que se encuentren en el plano orbital de nuestro planeta.

La pregunta sobre si estamos solos en el universo sigue siendo un enigma.Aunque no hay respuestas definitivas, la continua búsqueda y análisis nos acercan a comprender mejor nuestro lugar en el cosmos y las posibilidades que alberga la inmensidad espacial.