La bandera siria tradicional, con sus franjas roja, blanca y negra adornadas por dos estrellas verdes, ha sido reemplazada por la enseña rebelde tras el derrocamiento del régimen de Bashar al-Asad.
Este cambio simbólico marca un punto de inflexión en la historia de Siria, después de más de una década de conflicto civil que ha devastado el país.
La nueva bandera, que ya ondea en edificios oficiales como la embajada siria en Madrid, representa los cambios profundos que se están gestando en el país.
Conformada por tres franjas verde, blanca y negra, y tres estrellas rojas en el centro, esta enseña evoca un pasado glorioso del Islam y un deseo de superación para el futuro.
La franja verde simboliza la herencia islámica del país, homenajeando al califato fatimí.La franja blanca representa la pureza y el legado del califato omeya, mientras que la negra simboliza la superación de la opresión que ha marcado la historia de Siria.
Las tres estrellas rojas representan las provincias históricas de Damasco, Alepo y Deir Ezzor, reflejando una unidad territorial y nacional renovada.
Esta bandera representa un nuevo comienzo para Siria, un futuro donde la justicia y la libertad prevalecerán, declaró un portavoz del grupo rebelde Hayat Tahrir al-Sham (HTS).
El cambio de régimen abre un panorama lleno de incertidumbre.Aunque se espera una transición pacífica, el camino hacia la reconstrucción del país será largo y complejo.
Los desafíos son enormes, pero la esperanza también es palpable, afirma un analista político que ha seguido de cerca la situación en Siria.
El nuevo gobierno deberá enfrentar las consecuencias devastadoras del conflicto civil: una economía en ruinas, una infraestructura dañada y un pueblo profundamente marcado por el sufrimiento.
El cambio de bandera simboliza un anhelo de esperanza y un deseo de reconstruir una nación más justa y próspera.
