El proyecto de ley que propone un nuevo mapa de ordenamiento territorial para los bosques nativos de Salta ha generado un debate intenso en la provincia.
El secretario de Ambiente, Alejandro Aldazabal, defendió la iniciativa, argumentando que se trata de un proceso participativo que busca equilibrar el desarrollo sostenible con la conservación ambiental.
El mapa, elaborado a través del trabajo conjunto de técnicos, instituciones y representantes de comunidades indígenas, se basa en criterios establecidos por la ley nacional para la gestión de los bosques nativos.
La novedad radica en la incorporación de un nuevo color, el marrón, que delimita áreas sujetas a análisis para determinar su categoría final.
Este mapa es el ordenamiento territorial de la provincia de Salta, hecho por salteños.Yo creo que eso es muy valioso y creo que es un paso en el rumbo correcto para lo que nosotros esperamos, que es el desarrollo sostenible, sostuvo Aldazabal en declaraciones al programa Hora de Voces FM Ya.
El proceso de elaboración del mapa involucró a 91 representantes de diversas instituciones y organizaciones, incluyendo 10 de carácter ambiental o social y 17 de pueblos originarios.
La metodología utilizada dividió a las 120 entidades del Consejo Asesor para la ejecución del Ordenamiento Territorial en cuatro grupos que presentaron propuestas independientes.
Según Aldazabal, el nuevo mapa contempla un aumento en las áreas con alto valor de conservación (categoría roja) y una disminución en las áreas de bajo valor de conservación (categoría verde).
El color marrón representa áreas potencialmente agrícolas que requieren un análisis más profundo para determinar su categoría final.
El criterio principal para la categorización de estas áreas se basa en la capacidad de las cuencas hídricas para soportar proyectos productivos que impliquen el uso del agua, según explicó el secretario de Ambiente.
La propuesta elaborada por los equipos técnicos cuenta con el aval de la Dirección Nacional de Bosques.
No obstante, algunos sectores críticos han expresado preocupación sobre la posible expansión de la agricultura en áreas sensibles ambientales.
En este contexto, Aldazabal defendió la necesidad de actualizar la Ley de Bosques, argumentando que la misma prevé la responsabilidad de las provincias para la conservación ambiental pero nunca se ha materializado el envío de fondos necesarios para ejecutar las acciones previstas.
El debate sobre el nuevo mapa de ordenamiento territorial de bosques nativos en Salta refleja la complejidad del equilibrio entre el desarrollo económico y la protección ambiental, un desafío crucial para la sostenibilidad a largo plazo del país.