El ministro de Economía, Luis Caputo, ha ejecutado un reordenamiento estratégico dentro de su cartera ministerial, buscando impulsar las exportaciones e inversión extranjera para afrontar los compromisos con el dólar que la economía argentina deberá atender en 2025.

Estos cambios se centran principalmente en la migración de Juan Pazo desde la Secretaría de Coordinación de Producción a la Cancillería, donde compartirá espacio con Gerardo Werthein, y la llegada de Pablo Lavigne al frente de la Secretaría de Comercio.

Esta reconfiguración ha generado expectación en el sector privado, que ve en estas decisiones un impulso hacia una agenda comercial más activa.

Fernando Furci, gerente general de la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA), destaca la importancia de estos cambios: Le va a dar mayor dinamismo a la creación de valor a partir de las relaciones con los países con la posibilidad de explorar acuerdos comerciales que es lo que nos falta y que es muy importante para que la Argentina se empiece a insertar al mundo.

La llegada de Pazo a la Cancillería, según Fernando Landa, presidente de la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA), completa el equipo en Cancillería, permitiendo avanzar en una agenda con trabajo en equipo público-privado clave para el crecimiento económico a través del sector externo.

Pablo Lavigne, reconocido por su gestión eficiente en la desregulación del comercio durante su anterior rol como Secretario de Comercio, asume ahora un papel fundamental en la reducción de las trabas al comercio internacional, tanto para exportaciones como importaciones.

El nuevo equipo liderado por Lavigne, junto con Esteban Marzorati y Carolina Cuenca, quienes acompañaron a Lavigne en la gestión comercial previa, promete continuidad en la desburocratización del comercio, un factor crucial para reactivar las exportaciones argentinas.

Mario Girnman, titular de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), celebra esta visión: Años atrás se pretendía que la Secretaría de Comercio fuera una oficina de control de precios; sin embargo, la inflación no se combate de ese modo.

Juan Carlos Pereyra, directivo de la Asociación de exportadores e importadores AIERA, destaca el cambio en la actitud de la Cancillería hacia las pequeñas empresas: En las últimas reuniones con funcionarios comenzó a mostrarse interés por fomentar la exportación de pymes.

La mirada está puesta en cómo estas nuevas estrategias impactarán en la balanza comercial argentina.

El sector privado espera que el ordenamiento normativo se expanda a otros sectores clave como agropecuario y minero, potencializando su capacidad para generar ingresos en divisas.

La reducción progresiva de retenciones a la exportación, un tema central para los productores, es otro punto clave que generará expectativas durante 2025.

Con el desafío de afrontar compromisos de pago en dólares por US$ 20.000 millones en 2025, las decisiones tomadas por Caputo buscan impulsar un crecimiento económico sostenible basado en la diversificación productiva y una mayor participación en el mercado internacional.