La motosierra de Milei: agotan turnos para examenes estatales tras temor psicológico

La incertidumbre sobre el futuro laboral impulsó a miles de trabajadores a inscribirse en la primera etapa del Sistema de Evaluación Pública (SEP), agotando rápidamente las plazas disponibles para diciembre.

Fuentes gremiales estiman que cerca de 10 mil personas se han inscrito hasta el momento, cifra que refleja la preocupación por el impacto del examen en sus puestos.

El temor psicológico a la motosierra surtió efecto, señalan desde ATE, haciendo referencia al posible despido tras no aprobar la evaluación.

Si bien el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado aseguró que nadie perderá su trabajo por no rendir antes de marzo, la diferencia entre aprobar antes de diciembre o hacerlo después es significativa: quienes aprueben antes del 31 de diciembre tendrán sus contratos renovados por un año, mientras que aquellos que lo hagan posteriormente solo recibirán una renovación trimestral.

La incertidumbre genera ansiedad, explica un trabajador estatal que prefiere mantener su anonimato.

No sabemos si aprobar el examen será suficiente para asegurar nuestro trabajo a largo plazo.

El sistema de evaluación contempla dos niveles: Profesional y No Profesional, diferenciados según la formación académica del trabajador.

El examen consta de 20 preguntas para los no profesionales y 24 para los profesionales, con un tiempo límite de una hora y un mínimo de respuestas correctas para aprobar (60%).

La prueba piloto realizada la semana pasada reveló algunos problemas técnicos que se están subsanando, como el funcionamiento de las calculadoras en algunos equipos.

También surgieron críticas sobre la redacción de algunas preguntas, consideradas capciosas o ambiguas.

El impacto emocional del examen es palpable entre los trabajadores estatales.La incertidumbre sobre su futuro laboral genera angustia y preocupación.

Es una situación muy difícil, comenta María, empleada estatal con varios años de experiencia.Nos sentimos como piezas en un engranaje que no entendemos.