La reciente implementación de 1800ChatGPT, un servicio que permite conversar con el modelo de lenguaje GPT-4 a través de llamadas telefónicas o WhatsApp, ha generado interrogantes sobre la privacidad de los usuarios.

Si bien la posibilidad de interactuar con una inteligencia artificial tan sofisticada sin necesidad de un navegador web resulta atractiva, es fundamental analizar las implicaciones del uso de estos servicios.

OpenAI advierte en su plataforma que las conversaciones pueden ser revisadas por motivos de seguridad, lo que ha generado debate sobre cómo se manejan los datos de los usuarios.

A pesar de la falta de claridad en la página oficial de OpenAI sobre sus políticas de privacidad, un portavoz de la compañía aseguró a Fortune que no utilizan las llamadas, transcripciones de llamadas y mensajes de WhatsApp de 1800ChatGPT para entrenar sus modelos.

Este punto es crucial, ya que implica que las interacciones con el chatbot no se utilizarán para mejorar o ampliar sus capacidades.

OpenAI sí reconoce que almacena temporalmente los datos por motivos de seguridad y prevención de abusos.

Esta información se encuentra en un documento adicional que describe el almacenamiento de las llamadas, transcripciones de llamadas y mensajes de WhatsApp en centros de datos de proveedores de confianza en diferentes partes del mundo.

La falta de transparencia en la presentación de estas políticas ha generado críticas, especialmente en el contexto del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), que busca garantizar la claridad y accesibilidad en las prácticas de manejo de datos.

El caso de Netflix, que recibió una multa por no informar claramente sobre su uso de datos de usuarios entre 2018 y 2020, pone de manifiesto la importancia de una comunicación transparente con los usuarios sobre cómo se utilizan sus datos.

Es importante recordar que la tecnología avanza rápidamente y debemos mantenernos informados sobre las implicaciones de nuestro uso de estas herramientas.

La pregunta central no solo reside en si OpenAI guarda nuestras conversaciones, sino también en comprender qué usos se le dan a estos datos y cuáles son nuestros derechos como usuarios.