El gobierno provincial busca soluciones para la tensión creciente entre comerciantes y bagayeros en la región norte, particularmente en las ciudades de Orán y Aguas Blancas.

Para encontrar un punto de equilibrio, se ha convocado a una mesa de trabajo que reúne a comerciantes, legisladores, autoridades locales y representantes de los transportistas.

El ministro de Producción y Desarrollo Sustentable, Martín de los Ríos, junto al secretario de Industria, Comercio y Empleo, Rodrigo Monzo, lideran este proceso con el objetivo de diseñar un modelo que garantice la rentabilidad de los comerciantes sin afectar negativamente a los bagayeros y las familias que dependen de ellos.

Esta mesa busca generar soluciones conjuntas para una problemática compleja, declaró de los Ríos, quien resaltó que el encuentro se enmarca en un contexto delicado debido al comercio ilegal proveniente de Bolivia, exacerbado por la situación del tipo de cambio actual.

Durante la reunión se analizó la afectación que este fenómeno tiene sobre los comerciantes locales y se exploraron posibles estrategias para mitigarlo.

De los Ríos informó que ya se han iniciado gestiones ante el gobierno nacional para establecer un Régimen Simplificado de Fronteras, y anunció que se reunirá con autoridades nacionales en las próximas semanas para plantear las propuestas surgidas de la mesa de trabajo.

Enfatizó la necesidad de involucrar a legisladores nacionales para modificar la normativa vigente y encontrar soluciones definitivas.

A la reunión asistieron el interventor de Aguas Blancas Adrián Zigarán, el intendente de Orán Baltasar Lara Gross, el senador provincial Juan Cruz Curá; los diputados por el departamento: Gloria Seco, Ramona Riquelme, Carolina Ceaglio y David Taranto; el subsecretario de Comercio y MiPyMES Luis García Bes, y representantes de las cámaras de comercio de Orán.

Las expectativas ante este diálogo son altas, ya que la situación afecta directamente a la economía local y genera incertidumbre entre los comerciantes y bagayeros.

La búsqueda de un equilibrio que garantice la competitividad del comercio local sin perjudicar a otros sectores económicos es clave para el desarrollo sostenible de la región.