Un equipo internacional de astrónomos ha realizado un sorprendente hallazgo: un cuarto planeta en el sistema Kepler51, un conjunto de mundos inusuales caracterizados por su baja densidad y tamaño similar al de Saturno.
Este descubrimiento, publicado en la revista The Astronomical Journal, añade una nueva capa de complejidad a este sistema planetario ya fascinante.
El sistema Kepler51 orbita alrededor de una estrella tipo G de 500 millones de años de edad conocida como KOI620.
Los tres planetas previamente descubiertos son varias veces más masivos que la Tierra, pero con una densidad sorprendentemente baja, similar a la del algodón de azúcar.
Sus atmósferas están compuestas principalmente de hidrógeno y helio, y orbitan muy cerca de su estrella, completando una órbita en 45, 85 y 130 días respectivamente.
El cuarto planeta, bautizado como Kepler51e, fue descubierto gracias al telescopio espacial James Webb de la NASA. Los astrónomos detectaron una anomalía temporal durante el tránsito de la estrella, lo que les llevó a teorizar sobre la existencia de un nuevo mundo.
Este nuevo hallazgo es muy importante porque confirma la teoría de que existen sistemas planetarios con planetas ultraligeros, explica Jessica Libby-Roberts, miembro del equipo del Centro de Exoplanetas y Mundos Habitables de Penn State.
El hecho de que estos planetas tengan núcleos diminutos y enormes atmósferas hinchadas de hidrógeno o helio es un misterio para los astrónomos.
Kepler51e tiene un período orbital probable de aproximadamente 264 días y orbita ligeramente más lejos que Venus, justo dentro de la zona habitable de su estrella.
Esto plantea la posibilidad de que existan aún más planetas en el sistema, incluso más allá de la distancia observable.
Seguir observando las variaciones en el tiempo de tránsito podría ayudarnos a descubrir planetas que están más lejos de sus estrellas y podría ayudar en nuestra búsqueda de planetas que podrían albergar vida, agrega Libby-Roberts.
El descubrimiento de Kepler51e abre nuevas preguntas sobre la formación y evolución de estos sistemas planetarios tan inusuales.
Los astrónomos planean utilizar el telescopio James Webb para estudiar uno de estos planetas con más detalle, buscando respuestas a las muchas preguntas que aún rodean a estos mundos enigmáticos.