La Corte Suprema de Justicia de la Nación confirmó la elevación a juicio oral para la exvicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en el marco del caso que investiga el memorándum con Irán.
La decisión, unánime entre los miembros del tribunal -Carlos Rosenkrantz, Horacio Rosatti, Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti-, descarta la existencia de arbitrariedad o gravedad institucional en la resolución tomada previamente por la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional (Casación) que ordenó el debate oral.
La causa, originada por el fallecido fiscal Alberto Nisman, acusa a la exmandataria de encubrimiento agravado en relación al memorándum firmado con Irán en 2013, que buscaba facilitar las indagaciones sobre los responsables del atentado a la AMIA en 1994.
Nisman sostenía que el acuerdo entre Argentina e Irán escondía una intención de proteger a los acusados por el ataque terrorista.
La defensa de Fernández de Kirchner argumentó la inexistencia de delito alguno en el memorándum y solicitó la nulidad de la causa, afirmando que su contenido no implicaba un pacto para la impunidad.
El Tribunal Oral Federal N8, en un fallo previo, había sobreseído a la exmandataria al considerar que el memorándum, independientemente de su pertinencia política, no constituía un delito.
Este sobreseimiento fue revocado por la Sala I de Casación, ordenando finalmente la apertura del juicio oral.
La decisión de la Corte Suprema reabrirá un capítulo complejo y polémico en la historia argentina, con fuertes repercusiones políticas y sociales.
El caso ha generado una profunda división en el país, con opiniones encontradas sobre la eventual responsabilidad de Fernández de Kirchner en las circunstancias que rodearon al atentado a la AMIA. La perspectiva de un juicio oral contra una figura política tan prominente como Cristina Fernández de Kirchner genera expectación e incertidumbre sobre su desarrollo y posibles consecuencias.
