Un doble accidente marítimo ha sacudido el estrecho de Kerch, dejando una estela de tragedia y preocupación por la contaminación ambiental.
Dos petroleros rusos, el Bolgoneft 212 y el Bolgoneft 239, se vieron envueltos en incidentes separados durante una violenta tormenta que azotó las aguas del mar de Azov.
El Bolgoneft 212 sufrió daños irreparables en su proa, rompiéndose a la mitad y encallando. Las labores de rescate lograron salvar a 14 de los 15 tripulantes a bordo, pero lamentablemente un marinero falleció durante el incidente.
El segundo barco, el Bolgoneft 239, se encuentra actualmente a la deriva, con sus 14 miembros de la tripulación aún a bordo.
Dos remolcadores y dos helicópteros Mi8 participan en las operaciones de rescate para ambos barcos.
Las autoridades rusas han confirmado que los accidentes han provocado un vertido de productos petrolíferos en el mar de Azov.
Se estima que ambos petroleros transportaban aproximadamente 8.000 toneladas de combustible, lo cual plantea serias preocupaciones sobre el impacto ambiental potencial.
Es una situación preocupante, declaró un experto en contaminación marina, el derrame podría afectar gravemente la biodiversidad del área y las comunidades costeras.
Las causas de los naufragios aún se están investigando, pero las fuertes ráfagas de viento y las olas gigantes que caracterizaron la tormenta probablemente jugaron un papel crucial.
Es posible que los vientos fuertes hayan generado una situación peligrosa para los barcos, dificultando la navegación y aumentando el riesgo de accidentes, afirmó un capitán retirado con amplia experiencia en el área.
El accidente ha subrayado la importancia de la seguridad marítima, especialmente en áreas donde las condiciones meteorológicas pueden ser impredecibles.
