La compactación de 50 automóviles en desuso en el Canchón Municipal no solo representa un acto logístico; simboliza un compromiso con la limpieza, la salud pública y la mejora del entorno urbano.
Este acto aparentemente técnico se inserta en un contexto más amplio que busca conectar el bienestar ciudadano con la eliminación de focos de enfermedades y la recuperación de espacios públicos.
No es solo un trabajo mecánico, sino un acto de responsabilidad social, afirmó Matías Assennato, secretario de Tránsito y Seguridad Vial.
Los vehículos abandonados, más allá de ser chatarra, representan una problemática que afecta la imagen urbana y la salud colectiva.
Un vehículo olvidado puede ser el punto de partida para microbasurales, que no solo deterioran el paisaje urbano sino que se convierten en criaderos ideales para mosquitos transmisores de enfermedades como el dengue, explicó un experto en higiene urbana.
El problema del dengue cobra especial relevancia en el contexto salteño.La proliferación del mosquito Aedes aegypti, responsable de la transmisión de esta enfermedad, encuentra en los neumáticos y restos de vehículos oxidados un caldo de cultivo ideal.
La compactación de estos vehículos se traduce en una efectiva lucha contra el dengue, al eliminar los puntos de acumulación de agua donde el mosquito puede reproducirse.
Cada vehículo compactado es una declaración de guerra contra esta enfermedad, añadió el experto.
La limpieza física se traduce en una limpieza epidemiológica, evidenciando que las acciones aparentemente pequeñas pueden tener un impacto profundo en la salud pública.
La iniciativa también tiene un impacto positivo en el ámbito psicológico.Estudios de psicología ambiental han demostrado que un entorno visualmente armónico reduce el estrés, fomenta el sentido de pertenencia y promueve un comportamiento cívico más responsable.
Ver una calle libre de desechos y obstáculos es una invitación a transitarla, señaló un especialista.
La compactación de vehículos en el Canchón Municipal representa un paso significativo hacia la creación de una ciudad más limpia, saludable y agradable para sus habitantes.
El llamado a la acción para los ciudadanos es claro: cada denuncia de un vehículo abandonado o microbasural es un pequeño paso que contribuye a transformar Salta en un espacio más sano y armónico.