Un incendio deliberado en la sinagoga Adass Israel en Ripponlea, un suburbio de Melbourne, ha dejado a una persona herida y ha causado daños considerables al edificio.
La policía australiana investiga el incidente como un posible acto de antisemitismo, ya que los sospechosos, dos individuos con las caras cubiertas, arrojaron combustible sobre la sinagoga antes de prenderle fuego.
Creemos que ha sido intencionado.Lo que no sabemos es por qué, y llegaremos al por qué, declaró el Inspector Chris Murray a ABC News.
La comunidad judía australiana se encuentra consternada tras el ataque, que los líderes consideran un acto claro de odio.
El primer ministro Anthony Albanese condenó el incidente enérgicamente: Esto es claramente un acto de antisemitismo.
Es un ataque a un lugar de culto, por lo que, por definición, es un acto de odio.Esto es un atropello.
El presidente de Israel, Isaac Herzog, también emitió una declaración condenando el incendio y llamando a la comunidad internacional a luchar contra el auge del antisemitismo en todo el mundo.
Llamo a los líderes en Australia y alrededor del mundo a condenar con fuerza este vil acto de terror y a combatir el intolerable auge del racismo antisemita en el mundo, dijo Herzog.
Este incidente se suma a un preocupante aumento de agresiones contra judíos en Australia desde que estalló la guerra entre Israel y Hamás en octubre del año pasado.
La comunidad judía, que representa solo el 0,4% de la población australiana, ha sido objeto de ataques verbales, amenazas y actos vandálicos.
El gobierno australiano ha expresado su preocupación por este fenómeno y ha creado dos puestos especiales para combatir el antisemitismo y la islamofobia en el país.
El ataque a la sinagoga Adass Israel no solo representa una grave violación de la libertad religiosa sino también un recordatorio del peligro que aún representan los actos de odio y discriminación en nuestra sociedad.