¿Simplificar o Desorden?: La búsqueda del Minimalismo en una Sociedad Consuminista

En un mundo inundado de estímulos y productos, la idea de simplificar ha ganado terreno como una forma de alcanzar el bienestar personal y la armonía interior.

Este concepto, que abarca desde el orden material hasta la reducción de las tareas y responsabilidades, refleja una búsqueda genuina de paz mental en un contexto social caracterizado por el consumismo desenfrenado.

Mariano Gistaín, experto en organización y minimalismo, define la simplificación como hacer sitio.

Eliminando objetos superfluos, la vista puede recorrer espacios libres, creando una sensación de serenidad y tranquilidad.

Esta idea se extiende a otros ámbitos: eliminar tareas innecesarias de nuestras agendas, desinstalar aplicaciones o programas que no utilizamos y reducir las distracciones digitales.

La simplificación también implica un acto de valentía: confrontar y eliminar recuerdos negativos.

Nuestro cerebro, según Gistaín, tiende a archivarlos en un sistema operativo interno, pero estos archivos pueden resurgir sin previo aviso, afectando nuestro bienestar emocional.

El autor sugiere que la simplificación puede ayudarnos a gestionar estas emociones y liberar espacio mental para experiencias positivas.

Para ilustrar este proceso de reducción, Gistaín se inspira en el método de Feynman, premio Nobel de Física.

Este científico destacaba la importancia de explicar conceptos complejos de forma sencilla, eliminando las tecnicismos innecesarios.

Esta descomplejificación del conocimiento se puede aplicar a nuestra vida cotidiana, ayudándonos a priorizar lo esencial y eliminar lo superfluo.

Simplificar no es una tarea fácil en un mundo donde el consumismo nos bombardea constantemente con mensajes que incitan a la adquisición de nuevos objetos.

Gistaín reconoce que la forma más fácil de simplificar es aplicar los principios teóricos y no hacer nada, sugiriendo que incluso la simple imaginación del orden puede aliviar la ansiedad y generar una sensación de control sobre nuestras vidas.