El precio de la carne en Mendoza volvió a experimentar un repunte significativo, alcanzando valores que impactan directamente el bolsillo del consumidor.
Expertos del sector atribuyen este aumento a una disminución en la oferta de animales destinados a la faena, lo que genera escasez y presiona los precios al alza.
En la última quincena de noviembre, el volumen de animales que entraron a Mendoza para faena cayó un 20% promedio, señala José Rizzo, presidente de la Cámara de Matarifes e Industriales de la Carne de Mendoza.
De unas 26.000 cabezas ingresadas hasta el miércoles 20, esta semana los matarifes recibieron entre 20.000 y 21.000.
Esta situación ha generado una nueva ola de incrementos en las carnicerías de la provincia.Si bien se estima que el consumo de carne en Mendoza se encuentra estable, la escasez de oferta ha provocado aumentos sustanciales en los precios de los cortes más populares.
Los feedloteros, que manejan el mayor volumen de abastecimiento, optaron por retener animales a la espera de mejores condiciones, explica Rizzo.
La sequía este año ha influido en la oferta y con ingresos escasos, no les cerraban los números, era necesario aumentar el precio.
El impacto económico se hace sentir de manera palpable en las familias mendocinas que planifican sus compras para las fiestas navideñas.
Cortes como la costilla, el matambre, el peceto y la entraña han visto incrementos significativos, llegando a valores cercanos a los 13.000 pesos por kilo.
Este año es muy particular porque la gente ya no compra cantidad: el consumo está planchado, afirma Rizzo.
Dependerá de cómo reaccione el público si habrá otro aumento en las próximas semanas.La incertidumbre sobre el futuro del precio de la carne genera preocupación entre los consumidores, quienes deberán recalcular sus presupuestos para las fiestas y buscar alternativas para mantener su tradicional mesa navideña.