En un giro inesperado, la Policía belga ha realizado registros en dos viviendas pertenecientes a Didier Reynders, excomisario europeo de Justicia y antiguo ministro de Asuntos Exteriores del país.
La investigación se centra en presuntas actividades de blanqueo de dinero a través de la compra de lotería durante su mandato como ministro.
La Unidad de Procesamiento de Información Financiera (CTIF) y la Lotería Nacional belga denunciaron transacciones sospechosas de gran envergadura en las compras de lotería realizadas por Reynders.
La operación policial se llevó a cabo poco después de que Reynders abandonara su puesto en la Comisión Europea, tras no ser reelegido por Ursula von der Leyen.
A pesar de la gravedad de las acusaciones, el excomisario goza actualmente de inmunidad debido a su condición anterior como alto funcionario europeo.
Si la Fiscalía de Bruselas decide avanzar en el caso, deberá solicitar al Parlamento belga que levante dicha inmunidad para poder proceder con una posible detención.
Esta situación es extremadamente delicada, declaró un experto en derecho penal belga, quien prefirió mantenerse anónimo.
Si se confirma la acusación de blanqueo de dinero, sería un golpe significativo para la imagen de la Comisión Europea y para la integridad del sistema judicial belga.
La noticia ha generado una profunda conmoción pública en Bélgica, donde Reynders gozaba de cierta popularidad y respeto.
Muchos ciudadanos expresan su desconcierto e indignación ante las acusaciones contra el exministro, a quien consideran un referente político confiable.
La investigación está en curso y se espera que arroje más luz sobre este escándalo que ha sacudido la élite política belga.