En un giro inesperado dentro del ámbito político salteño, Mario Peña anunció su renuncia al cargo de ministro de Turismo, dejando atrás una trayectoria marcada por logros y desafíos.
Ante un grupo de empresarios reunidos en Cafayate, el exfuncionario expresó con emoción su decisión de retornar al sector privado.
Va a ser un buen momento para volver a mi lugar, volver al lugar desde donde alguna vez salí, en el sector privado y salir de la función pública, afirmó Peña.
La renuncia del ministro se produce luego de una gestión caracterizada por la promoción del turismo como motor económico para la provincia.
Peña destacó su trabajo durante los últimos años, señalando: Hemos aportado al 200 durante años.
El propio funcionario reconoció que sentía la necesidad de un cambio de rumbo: Yo creo que lo comparaba, hasta como cuando uno va en ese proceso, de alguna forma, los jugadores de fútbol cuando dejan el botín, lo dejan todo y yo lo dejé todo, expresó.
Se especula que esta decisión se debe a un desgaste del puesto tras años de compromiso ininterrumpido con la función pública.
En este sentido, una fuente cercana al gobernador Gustavo Sáenz comentó: Mario necesita bajar, Mario necesita descansar.
La noticia ha generado un impacto significativo en el entorno político salteño, donde Peña era considerado un activo valioso para el gobierno.
La confirmación del nombre de Manuela Arancibia, presidenta del Instituto de Promoción Turística de Salta, como posible reemplazo de Peña, aún no se ha hecho oficial por parte del gobernador Sáenz.
La situación política provincial se encuentra en constante cambio, con rumores que apuntan a posibles reestructuraciones en el gabinete provincial.
En un contexto de incertidumbre política, la renuncia de Mario Peña genera interrogantes sobre el futuro del sector turístico en Salta y las estrategias que se implementarán para consolidar su crecimiento.
