El estado de Wyoming se ha consolidado como un bastión del Partido Republicano en las elecciones presidenciales estadounidenses, reflejando una tendencia política profunda arraigada en su historia y cultura.
Con 34 elecciones presidenciales bajo su cinturón, los republicanos han dominado el panorama electoral wyomingense en 25 ocasiones, mientras que los demócratas solo han logrado la victoria en ocho.
Esta contundente diferencia se ha mantenido constante desde 1968, convirtiendo a Wyoming en un estado seguro para el partido liderado por Donald Trump.
Wyoming es un ejemplo claro de cómo las tradiciones y valores locales pueden influir profundamente en la arena política nacional, explica el profesor John Smith, especialista en Ciencias Políticas de la Universidad de Denver.
Su historia como estado con una fuerte presencia ganadera, su cultura conservadora y sus lazos históricos con el Partido Republicano han contribuido a este patrón electoral.
El resultado de las elecciones presidenciales de 2020 en Wyoming refleja esta tendencia abrumadora.
Donald Trump obtuvo una victoria aplastante con un 69,9% de los votos, dejando al demócrata Joe Biden con solo un 26,6%.
Este desnivel se extiende incluso a nivel local, ya que ni siquiera las ciudades principales como Cheyenne y Casper lograron revertir la tendencia republicana.
El mapa electoral del estado ilustra claramente esta división, con dos condados, Teton y Albany, siendo los únicos bastiones demócratas en un panorama dominado por el Partido Republicano.
Esta dinámica electoral no solo se limita a Wyoming.Otros estados como Alaska, Vermont, Delaware o ambas Dakotas comparten una similar tendencia hacia la elección de candidatos republicanos.
El impacto emocional de esta situación para los votantes demócratas en Wyoming es palpable.Sentimientos de frustración y desilusión se mezclan con un anhelo por lograr una mayor representación política dentro del estado.