En un barrio de la zona norte de la ciudad, un vecino ha iniciado una iniciativa inesperada: ofrecer meriendas gratuitas a quienes lo necesiten.
Cristian Mamani, residente del barrio Castañares grupo 198, se instala en una esquina cercana a la parada de colectivos de la línea 7 y, con el apoyo de su familia, ofrece café con leche y pandulces a quienes se acercan.
Un combo ideal para atraer a jóvenes y adultos, comenta Mamani al referirse a la combinación que ofrece.
Más allá del beneficio material, Mamani busca transmitir un mensaje profundo: Si llegara la muerte a tu vida, ¿a dónde irías?
¿Cielo o infierno?.
Cristian, miembro de la iglesia cristiana y bautista Casa de Dios ubicada en su barrio, asegura que su objetivo es compartir las buenas nuevas de Cristo y resaltar el nombre de quien murió en la cruz para salvarlos.
Su acción altruista ha generado gran impacto en la comunidad.Es algo muy valioso para el barrio, destacan los vecinos, quienes le brindan su apoyo y se aseguran de cuidarlo durante sus jornadas de entrega de meriendas.
Mamani enfatiza que no busca retribución ni colaboración por parte de quien recibe la merienda: No hay diferencias, todos somos iguales.
Es llamativo que a la gente le sorprenda que se les brinde una merienda gratis, reflexiona Mamani, aludiendo a la poca habitualidad de acciones desinteresadas.
Eso hace que algunas personas no se animen pensando que después se les va a pedir algo a cambio, pero no es así.
A pesar de que algunos solo aceptan la merienda sin escuchar el mensaje religioso que acompaña a su acción, Mamani continúa con su iniciativa: Es por amor al prójimo.
Y aunque reconoce que hay quienes prefieren no escuchar su mensaje, insiste en que lo principal es plantear el mensaje.