Un incidente ocurrido en un Shell Shop ubicado en la avenida Hipólito Yrigoyen y Tomás Arias ha generado indignación y debate sobre la discriminación en los establecimientos comerciales.

Una pareja denunció haber sido identificados con un término despectivo en su ticket de compra, además de ser objeto de insultos y malos tratos por parte del personal del local.

El malestar comenzó cuando, al intentar abonar con débito, el posnet presentó un error.Los empleados retuvieron la documentación personal de uno de los clientes hasta que se solucionara la situación.

Al regresar días después para reclamar sus documentos y verificar el pago, la pareja descubrió que en el ticket figuraba una descripción ofensiva: los gordos.

Era necesario este tipo de expresión si los empleados y el encargado del local contaban con el DNI y el carnet del cliente, tranquilamente se podía identificar con sus nombres, manifestó uno de los afectados.

La situación escaló cuando el cliente confrontó a la empleada por el término utilizado, recordándole que ella también podría ser identificada de forma despectiva.

Ante esto, la empleada respondió con una actitud desafiante, afirmando que si ellos se sienten así discriminados, no es mi culpa.

Este incidente plantea interrogantes sobre la ética profesional y las implicaciones legales de la discriminación en el ámbito comercial.

La Ley 23.592, sancionada en 1988 y modificada en 2022, define como discriminatorias aquellas conductas que tiendan a causar daño emocional o disminuir la autoestima, perjudicando el pleno desarrollo personal e identitario de las personas.

Es fundamental recordar que cada individuo merece ser tratado con respeto y dignidad, independientemente de su apariencia física o cualquier otra característica, señaló un experto en derecho laboral.

Este tipo de incidentes no solo afectan la integridad emocional de las víctimas, sino que también generan un clima de hostilidad y desconfianza en el entorno comercial.