El dolor de espalda es una preocupación común que afecta a millones de personas en todo el mundo, llevando a muchos a buscar soluciones en analgésicos, ejercicio o fisioterapia.

Podría existir una solución más sencilla y accesible: caminar.

Según datos globales, más de 600 millones de individuos experimentan dolor lumbar, una cifra que se proyecta aumentar considerablemente en las próximas dos décadas.

Los expertos están enfatizando la importancia del movimiento como herramienta preventiva y terapéutica para el dolor de espalda.

Liam Globensky, fisioterapeuta y coordinador del programa ambulatorio geriátrico en Brooks Rehabilitation de Amelia Island (Florida), ha demostrado a través de investigaciones que una mayor cantidad de caminata se correlaciona con una menor probabilidad de sufrir episodios prolongados de dolor lumbar.

Liz Pignatiello, experta en Atlantic Sports Health, respalda esta afirmación y destaca que caminar es un excelente ejercicio para quienes ya padecen dolores de espalda.

Se trata de una actividad fácil de integrar en la rutina diaria, lo que facilita el cumplimiento del tiempo mínimo de ejercicio recomendado semanalmente.

El sedentarismo actual, con largas horas sentados frente a pantallas, ejerce presión adicional sobre la musculatura de la espalda y la columna vertebral.

Levantarse y moverse varias veces al día es fundamental para aliviar esta tensión.Caminar mantiene el cuerpo en posición vertical, promoviendo la rotación de la cadera, mejorando la circulación sanguínea y aumentando la movilidad.

Un estudio publicado recientemente en The Lancet ha concluido que caminar a diario reduce significativamente la recurrencia del dolor de espalda.

Los adultos con historial de dolor lumbar que incorporan caminatas habituales han observado una reducción del doble en el tiempo que transcurre hasta que el dolor vuelve a manifestarse.

Pignatiello explica que las personas con dolor lumbar crónico suelen presentar alteraciones en la anatomía y función de la espalda, así como una menor sinergia entre la pelvis y el tronco.

A menudo, se observa también atrofia muscular, lo que debilita los músculos de la zona, haciéndolos más susceptibles al cansancio.

Caminar puede ser beneficioso al promover la resistencia muscular y abordar estos déficits.Además, los movimientos de marcha hacia adelante y atrás, combinados con la rotación, distribuyen compresiones y descompresiones intermitentes a lo largo de la columna vertebral, lo cual es crucial para la salud de los discos intervertebrales y las articulaciones que la componen.

Aunque no existe una cantidad precisa de pasos diarios que aseguren el alivio del dolor de espalda, los expertos recomiendan caminar durante media hora al día a un ritmo constante que permita mantener una conversación sin forzar el cuerpo.

Combinar la caminata con aire fresco y luz solar aporta beneficios adicionales para el estado de ánimo y la reducción del estrés.

Para quienes sufren dolores intensos, es recomendable empezar con caminatas cortas, aumentando gradualmente la duración hasta alcanzar los 30 minutos diarios, durante cinco días a la semana.

Es crucial escuchar las señales del cuerpo, tomar descansos cuando sea necesario y evitar una estrategia de todo o nada.

El caminar puede ser una herramienta poderosa para tratar el dolor lumbar, pero es importante integrarla dentro de un enfoque holístico que incluya otros métodos terapéuticos y hábitos saludables.