Benjamín Cruz, ex secretario de seguridad de la provincia de Salta, presentó su renuncia al Tribunal de Cuentas de la Municipalidad de Salta tras ser acusado del delito de tráfico de influencias.
La decisión se produce en medio de una investigación judicial que lo relaciona con la visita irregular de Darío Monges al sicario Alberto Cabezón Díaz en el penal de Orán, presuntamente autorizada por Cruz.
En su escrito de renuncia, Cruz afirmó buscar afrontar el proceso judicial con serenidad y transparencia, buscando además aclarar su nombre ante las acusaciones que considera falaces e inexactas.
La investigación judicial contra Cruz se basa en la visita a Cabezón Díaz realizada por Monges, quien es un conocido empresario salteño.
Se presume que la reunión fue autorizada por Cruz, lo cual constituye una grave irregularidad, dado el historial delictivo del sicario.
Esta situación genera una profunda preocupación ante la posible vulneración de los principios éticos y legales que deben regir a quienes ocupan cargos públicos, señala un especialista en derecho penal consultado para este diario.
Un juicio justo es fundamental para determinar la responsabilidad o inocencia de Cruz, pero la renuncia al cargo representa un golpe duro a la imagen institucional del Tribunal de Cuentas.
La renuncia de Cruz ha generado una oleada de reacciones en la sociedad salteña, con diversos sectores expresando su indignación y pidiendo celeridad en las investigaciones.
Se espera que el proceso judicial se lleve a cabo de manera transparente y eficiente para determinar la verdad sobre los hechos y aplicar las sanciones correspondientes si es necesario.